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Cincuenta años después de la llegada de María Santísima de Araceli a Lucena se instalaron también en la localidad las Reverendas Madres Carmelitas Descalzas y por ello, por cumplir esta congregación su 400 aniversario, la Patrona del Campo Andaluz pasará unos días, del 25 al 27 de abril, en el convento situado frente al IES Juan de Aréjula. En nuestra visita a este entrañable lugar, la madre superiora, Sor Adriana de Jesús Resucitado, nos recibe tras el torno y se muestra especialmente ilusionada ante la próxima llegada de la patrona que saldrá en traslado desde la parroquia de Santiago. La Madre Adriana se muestra feliz y nos traslada la alegría que el resto de Hermanas tienen por la llegada de la Virgen. En el cincuenta aniversario de la llegada de María Santísima de Araceli a Lucena, se efectúa, de manera providencial, el traslado de la comunidad de Carmelitas Descalzas de Cabra a Lucena. Todo ocurrió un 31 de mayo del año 1612, explica la superiora. Y ahora volvemos a coincidir con nuestra Patrona al festejar su llegada con la nuestra, continúa.
Según las crónicas de las hermanas Carmelitas Descalzas, el convento del Glorioso Patriarca San José se fundó en Cabra en el año 1603. En aquellos años no se pudieron dotar de rentas suficientes para poder mantener este templo por lo que según afirma la superiora - pidieron al Señor, en el año 1611, que les ayudara. Y así fue, apareció en su historia el Duque de Cardona y Segorbe, con el que viajaron las religiosas de Cabra a Lucena en coche durante la noche por temor a que los vecinos se opusieran al traslado. Durante un largo periodo de tiempo el Convento estuvo situado en la plaza Nueva por lo que era tradición que las monjas vistieran a Nuestra Madre. La madre Carmelo, una de las religiosas, fue la encargada de bordar el manto blanco que aún hoy día sigue luciendo la patrona de Lucena, tanto en la procesión de su día como en otros actos. Otro de los recuerdos que tienen estas religiosas es que cada vez que llevaban al Niño Jesús al besamanos la madre Carmelo le confeccionaba una canastita o un cordero siendo esto casi milagroso porque entonces la religiosa estaba casi ciega.
Actualmente viven en el convento cinco monjas, tres de ellas proceden de Argentina, otra de Venezuela y por último, una lucentina, Yolanda Amaya. Un día en la vida de estas religiosas está marcado por la oración y el trabajo. Tras el torno, Sor Adriana nos relata que el día está bien organizado y da mucho de sí. Durante su jornada oran y trabajan para poder sustentar económicamente el convento. Para ello realizan ropa de bebé, cuadros elaborados con telas o pequeños Niños Jesús. El único día que no se trabaja en las horas de recreación es el domingo, que podemos salir al jardín que tenemos, donde hay flores y árboles frutales a hacer oración, relata. En la despedida la Madre Adriana hace mover el torno y aparece un folleto con los actos que se realizaran en el convento. En primer lugar el día 25 la Virgen será recibida de forma solemne. En la jornada siguiente su capellán, José Félix García Jurado oficiará una eucaristía a las ocho y media de la mañana y a la misma hora por la tarde, el sacerdote encargado de celebrar la misa será el Padre Provincial de los Carmelitas Descalzos de Andalucía, Francisco Berbell Samblás. El día 27 por la mañana será su capellán el encargado de la misa matutina y por la tarde acudirá al convento Fernando Cruz Conde y Suárez de Tangil. Posteriormente se trasladará la Virgen de Araceli en traslado a la parroquia de San Mateo. En este tríptico informativo las Reverendas Madres Carmelitas Descalzas no se han olvidado de su función de rezar ya que piden al Señor que bendigan a todos y cada uno de los habitantes de la ciudad.
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Araceli Redondo
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