En la tarde de hoy, jueves 25 de julio, y coincidiendo con su onomástica, tendrá lugar la anual eucaristía que en honor a Santiago Apóstol se celebra en su parroquia. Oficiada por el párroco, Antonio Tejero Díaz, comenzará a las 20.30 horas.
Un año más la procesión supondrá el acto central de las fiestas que este barrio celebra en honor al santo al que debe su nombre y que junto a su vertiente eminentemente lúdica, auspiciada por la asociación de vecinos, a cuyo programa dedicamos ayer un artículo, cuenta con distintos cultos. Así, el Apóstol saldrá por las puertas de su paroquia a las 21.30 horas de este sábado 27 de julio, siguiendo el siguiente itinerario: Flores de Negrón, Plaza Alta y Baja, Veracruz, Peñuelas, Álamos, Lademora y entrada a su templo.
La cuadrilla de 24 santeros, que vestirán como es costumbre túnica blanca con la cruz santiaguina y capirote rojo, será mandada por Alberto Pérez Ramírez.
LA IMAGEN DEL APÓSTOL
La imagen titular de la cofradía corresponde a la iconografía popularmente conocida como “Santiago Matamoros”. Es atribuible al autor local Andrés Cordón, y fechable en la primera mitad del siglo XIX. Representa a Santiago como un caballero armado de cierta edad, tocado con sombrero, con barba y cabello negro, en actitud de combate, que sobre su corcel blanco hiere a un soldado musulmán mientras sostiene una bandera con su cruz. A finales de la primera década de nuestro siglo, la imagen del soldado fue retirada durante una restauración, quedando una piedra grisácea bajo el caballo. La imagen ecuestre procesiona sobre unas sencillas andas de madera decoradas con motivos jacobeos.
UN POCO DE HISTORIA
Las fiestas del barrio en honor a Santiago Apóstol tienen su germen en aquellas otras celebradas en nombre de San Roque a finales del siglo XIX, santo que gozó de cierta devoción y que además contaba con una ermita erigida en su nombre en el Llano de las Tinajerías. Al decaer sus cultos, la velada se trasladó hasta la festividad de Santiago, que ya procesionaba según la prensa local en el año 1929. Tras unas décadas de declive y olvido, muy posiblemente por la compleja situación política en primer lugar y socioeconómica a la postre, las celebraciones santiaguinas desaparecieron hasta el año 1953, momento a partir del cual las juntas vecinales comenzaron a velar por los actos cívicos y religiosos de estas fiestas. Durante los años venideros se celebrará tanto una misa en honor al Santo el día de su festividad como la procesión coincidiendo con las fiestas. La celebración contará con un nuevo revés al que supo sobreponerse: la ruina y obra de reparación de su templo parroquial, desde finales de la década de los 60 del siglo pasado. En 1977 se hace por primera vez distinción entre el presidente de la junta de festejos y el hermano mayor de la cofradía, Juan García Jiménez.
Bajo el mandato de su sucesor, Ramón Roldán Barranco, se adquiere la imagen de Santiago Apóstol Peregrino, obra de los Talleres de Arte Cristiano de Olot en 1980. Esta imagen, que procesionó puntualmente en 1991 y que durante varias décadas presidió la parroquia jacobina, se encuentra actualmente en la Capilla de las Filipenses, donde recibe culto. Además, en el segundo mandato del mencionado hermano mayor se instauró la celebración del pregón de las fiestas de Santiago, que tuvo como primer autor a Juan Antonio Parejo Pineda en el verano de 1988, y aunque con algún intervalo, vino a celebrarse hasta el año 2003.
En el año 2012 comenzó el mandato de José Ruiz Franco como hermano mayor, bajo cuya labor, en el año 2014, la cofradía vio aprobados sus estatutos por el Obispado de Córdoba con fecha de 27 de junio de 2014 (1)
LA COFRADÍA ACTUAL
En la actualidad la Junta de Gobierno está compuesta por 28 miembros, contando la cofradía con alrededor de unos 80 hermanos. En palabras de su hermano mayor, “la finalidad de nuestra cofradía es la de mantener el patrimonio e incluso aumentarlo, con las varas de procesión realizadas, así como las labores sobre el estandarte y banderín”, señalando además entre los proyectos de esta corporación que “tanto al trono como a los candelabros se le han hecho unos arreglos que eran necesarios”
Para este hermano mayor es fundamental “el acercamiento de la gente joven tanto a la cofradía como a la santería”, subrayando el hecho de que “aquí no se le pide nada a los manijeros, tan solo que disfruten el día en que si tienen suerte, saquen a Santiago”
Al ser preguntado acerca del momento que resaltaría del día de la procesión de Santiago, el actual hermano mayor se queda “con la salida, cuando puede verse la unión entre la junta de gobierno y sus hijos y familiares con nuestro titular y nuestro barrio”
Ese amor al barrio de Santiago es el que hizo a José Ruiz Franco plantearse ser hermano mayor con el respaldo de su grupo de amigos, al que considera una familia y con la clara consigna de “no perder las tradiciones del barrio e incluso intentar que estas vayan a mejor”
(1). López Salamanca, F. Notas para la historia de las cofradías lucentinas, Lucena, 2022, pp. 316-318.
