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Lucena vivió una intensa jornada romera con motivo de la Procesión de Subida de la Virgen de Araceli a su santuario serrano de Aras. Numerosas personas asistieron a la solemne misa de despedida de la patrona de la localidad y del campo andaluz, en parroquia de San Mateo. Tras la Eucaristía, cantada por el Coro de la Buena Gente, el trono de la Virgen fue bajado desde el altar por la cuadrilla de santeros mandada por Juan Cortés Lara y compuesta por miembros del Círculo Lucentino, institución lucentina que cumple este año 145 años de vida y que fue designada por la Real Archicofadía de María Stma. de Araceli para esta manijería.
Así daba comienzo un desfile procesional que discurrió entre cantos aracelitanos, fandangos de Lucena y vítores por el casco urbano, hasta la llegada de la imagen a la Puerta de la Mina, tradicional lugar de recibimiento y despedida oficial de la Patrona de Lucena y del Campo Andaluz y uno de los puntos fundamentales en la geografía de la devoción aracelitana. Vestía la Virgen de Araceli, sobre su templete romero de plata, saya carmesí y manto verde de camarín.
En la comitiva, el hermano mayor de la Real Archicofradía de la Virgen, Antonio Crespillo, y miembros de su junta de gobierno, acompañados por la Aracelitana Mayor y su Corte de Honor, ataviadas con traje de flamenca, miembros de la Corporación municipal encabezados por el alcalde, Juan Pérez y buena parte de las cuadrillas que en este especial Año Jubilar han tenido la suerte de pasear a la Patrona de Lucena en sus distintas procesiones y traslados.
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Pasada la Era del Santo, los santeros giraban el paso procesional hacia Lucena, a modo de despedida. Después llegaría el tradicional horquillo de la Corte Aracelitana, que se situaba debajo del paso de la Virgen, haciendo aflorar lágrimas de emoción en los ojos de más de una de las componentes de las misma, antes de que el pueblo hiciera suyo el trono romero de la Virgen para iniciar el duro recorrido procesional por la serpenteante carretera de la Sierra de Aras en una jornada de intenso calor.
Tras el paso de la Virgen, decenas de carrozas, con las que peñas, asociaciones y grupos de amigos se suman cada año a la romería de Subida, hermosamente decoradas con papeles de vivos colores. Alegría y fiesta en el camino de la sierra.
Hacia el mediodía la procesión subía las últimas rampas de la sierra camino de un santuario que se presentía cada vez más cercano. Centenares de personas esperaban a la imagen en el llanete del santuario, donde de nuevo volvieron los vítores y cánticos aracelitanos a poner el broche de oro de una emocionante despedida, en un año muy especial, en el que la Patrona de Lucena ha celebrado el 450 Aniversario de su venida a la ciudad desde Roma. Acaban las fiestas, pero no acaba el Año Jubilar Aracelitano, que se prolongará hasta la subida del próximo año 2013.
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