La Junta de Gobierno de la Rea Archicofradía de María Santísima de Araceli ha acordado encomendar la restauración de la imagen de la Virgen de Araceli y el Niño a la empresa Regespa, dirigida por Rosa Cabello y en la que desarrolla su trabajo Enrique Ortega, teniendo como premisa el respeto a la imagen y el interés por que la intervención pase desapercibida.
El acuerdo de la Junta de Gobierno y de la Obra Pía se produce tras el análisis y valoración de las cuatro propuestas de restauración presentadas por las empresas consultadas, que llevan a encomendar el trabajo a Regespa por su dilatada experiencia en la restauración de imágenes religiosas y porque garantizaba que tras la intervención se mantendrá la impronta y estética actual de la Virgen.
Los profesionales de Regespa, con más de tres décadas de experiencia en el campo de la restauración de imágenes religiosas, acometerán las labores necesarias para garantizar la preservación de la sagrada imagen de María Santísima de Araceli, cuyos orígenes se remontan a 1562, solventando los problemas que a lo largo de las últimas décadas han afectado a la venerada talla de la Patrona de Lucena, acentuándose en los últimos años, "asegurando que su devoción perdure en el tiempo".
El estudio de la imagen realizado por distintas entidades consultadas por la cofradía aracelitana ponen de manifiesto la necesidad de consolidar tanto el soporte material como la policromía de la Virgen y del Niño. Los trabajos se iniciarán en el mes de junio, contando con un periodo de ejecución de cinco meses, para lo que las tallas serán trasladas a la capital cordobesa, según han confirmado fuentes de la cofradía a este periódico.
REGESPA
El taller de Regespa está dirigido por la prieguense Rosa Cabello que desarrolla su trabajo junto al portuense Enrique Ortega, por cuyas manos han pasado lienzos como la célebre "Chiquita piconera" de Julio Romero de Torres, o las tallas de Jesús Nazareno de La Rambla, obra del afamado escultor barroco Juan de Mesa; el Cristo de la Caridad de San Cayetano; Ntro. Padre Jesús Caído, vinculado a la producción de Pedro de Mena; el San Rafael del Juramento o la popular Virgen de los Dolores, devociones principales de la capital cordobesa.