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MANUEL GONZÁLEZ
La Agrupación de Cofradías de Lucena celebró este domingo la onomástica de su patrona, la Inmaculada Concepción de la Virgen María, con una serie de actos que comenzaron a las 10:30 horas en la iglesia Madre de Dios. Este dogma fue proclamado por el Papa Pío IX, el día 8 de diciembre de 1854, mediante la Bula Ineffabilis Deus y sentencia que María, madre de Jesús, no fue alcanzada por el pecado original.
La Agrupación de Cofradías de Lucena celebró este domingo la onomástica de su patrona, la Inmaculada Concepción de la Virgen María, con una serie de actos que comenzaron a las 10:30 horas en la iglesia Madre de Dios. Este dogma fue proclamado por el Papa Pío IX, el día 8 de diciembre de 1854, mediante la Bula Ineffabilis Deus y sentencia que María, madre de Jesús, no fue alcanzada por el pecado original.
La jornada se inicio con un acto de adoración al Santísimo Sacramento en el convento de los Reverendos Padres Franciscanos. Posteriormente, se procedió a la exposición del Señor y empezó el rezo del Santo Rosario.
Alrededor de las 11:00 horas, los representantes de las distintas cofradías de Lucena, tanto de Pasión como de Gloria, procesionaron sus estandartes en el siguiente itinerario: Llanete de San Francisco, Juan Jiménez Cuenca, El Peso, Jaime, San Pedro y Llanete de San Agustín.
Fray Joaquín Pacheco Galán (Ordo Fratrum Minorum), padre guardián del convento franciscano, dirigió los cantos y los rezos durante el recorrido. A su finalización, se desarrolló un homenaje ante el monumento a la Inmaculada Concepción en el Llanete de San Agustín.
El presidente de la Agrupación de Cofradías, Antonio Díaz, alabó a la Virgen como portavoz de las hermandades lucentinas y, finalmente, se realizó una ofrenda de flores. Tras la bendición final, los asistentes se dirigieron hasta la parroquia de San Mateo. En este templo, Miguel Morilla, vicario parroquial, ofició, a l2:00 horas, una solemne eucaristía. Por último, se bendijo un retablo cerámico en la calle La Villa dedicado a María Inmaculada
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