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El espíritu crítico de Justo Jiménez Ruiz capitalizó la Exaltación del Valle 2014. Este ingeniero técnico lucentino reconoció, en el inicio de su alocución, que no se considera "un buen cristiano" y exclamó que no soporta la hipocresía". En el transcurso de su intervención, especialmente dirigida a los jóvenes, emitió nítidamente su visión sobre diferentes asuntos relacionados con la religión, elogió la labor de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Valle y María Santísima de la Amargura y defendió la esencia de la santería lucentina.
Luis Novillo Trujillo presentó al exaltador e inició su oratoria afirmando su "admiración" por la figura de Jesús puesto que "mantiene viva la esperanza". "Él está presente en todos y todos están presentes en Él", señaló. Del mismo modo, describió su "pasión" por la "Madre Dolorosa". Este empleado de banca aludió a "la confianza inmerecida" de su amigo Justo Jiménez, una persona "con sentido del esfuerzo y de la responsabilidad, que sabe lo que quiere y que lucha sin descanso por sus objetivos". El introductor narró numerosas anécdotas cotidianas compartidas con su sucesor en el uso de la palabra.
El exaltador homenajeó a las mujeres "de toda condición social" que cada Martes acuden a la ermita del Valle para venerar a Santa Marta. Justo Jiménez ofreció una breve e intensa exaltación, un encargo que le ha servido para acudir con más frecuencia al nuevo templo parroquial de la Sagrada Familia.
"Nuestra sociedad tiende a simplificarlo todo", sostuvo. Alabó el servicio de la Iglesia Católica a favor de los más necesitados, a través de entidades como Cáritas, y el mantenimiento del patrimonio artístico europeo, desde catedrales a ermitas. En conjunto, concluyó que la institución eclesiástica incluye "más aspectos positivos que negativos", aunque manifestó su deseo de un cierto progreso en cuestiones como "el papel de la mujer" o su relación con la política.
En la misma línea, encomió la actitud de la Iglesia Católica como protectora de la educación, la cultura, el respeto, la vergüenza y el sentido común y como "garante de la familia tradicional".
Otro capítulo de su discurso aludió a la Semana Santa de Lucena. Demandó a las cofradías ajustar los pasos de Cristo a 24 santeros, aplaudió el empeño de la Agrupación de Cofradías por organizar los desfiles procesionales y felicitó a la Cofradía del Valle por su estación de penitencia. Al acto acudió el párroco de la Sagrada Familia, José Félix García Jurado; el alcalde de Lucena; Juan Pérez, y el presidente de la Agrupación de Cofradías, Antonio Díaz, entre otras personalidades; además de las Hermanas Salesianas del Sagrado Corazón de Jesús.
MANUEL GONZÁLEZ
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