Y se repitió el rito, de nuevo, otro año más el primer viernes de Cuaresma el Santísimo Cristo de la Humillación titular de la Cofradía de la Humillación y Servitas salía a las calles de Lucena desde la Parroquial de San Mateo a hombros de sus portadoras como viene siendo habitual desde unos años a esta parte. Resultaba curiosa la estampa que año tras año se repite el primer viernes de cuaresma de ver un vía crucis pasando al lado de la carpa instalada para el segundo y último fin de semana del carnaval en pleno centro de la Plaza Nueva.
A las diez en punto de la noche y justamente con el último toque de campana de la torre del reloj de la casa consistorial, se abrían las puertas de San Mateo dando paso a la cruz de guía de la Congregación Servita, escoltada con dos faroles y un nutrido cortejo de hermanos y devotos que iluminaban la vía dolorosa del Señor con sus velas.
A las diez en punto de la noche y justamente con el último toque de campana de la torre del reloj de la casa consistorial, se abrían las puertas de San Mateo dando paso a la cruz de guía de la Congregación Servita, escoltada con dos faroles y un nutrido cortejo de hermanos y devotos que iluminaban la vía dolorosa del Señor con sus velas.
En esta ocasión el Señor, sobre sus sencillas anda,s iluminado con seis tulipas con codales de cera roja, alfombra de pétalos y dos centros de flor, uno de clavel rojo en la trasera y otro de claves y rosas rojas entre otras flores en la delantera, enfilaba un recorrido que lo llevaría a través de la Plaza Nueva y las Calles Las Torres, Alcaide y Maristas hasta el Llanete de San Francisco continuando posteriormente por la Calle Los Caños, General Alaminos y Arriera, adentrándose por las estrecheces de la Calle Jazmín, donde las andas del Señor pasaron casi rozando los muros hasta la Calle Corralás para proseguir por Fuente Vieja y Horno Cabello hasta la Parroquía de Santiago para, tras entrar a la parroquia por la portada principal, llevar a cabo el rezo de una de las estaciones de la Vía Sacra ante la Imagen de Nuestra Señora de la Soledad con motivo del CDL Aniversario de la Fundación de su Cofradía, momento para el que la parroquia se encontraba totalmente a oscuras, creando un ambiente de exquisito recogimiento en las naves de una de las iglesias más antiguas de Lucena.
Tras el emotivo rezo ante la imagen Soleana, la comitiva siguió por la Calle Correo y Ballesteros alcanzando El Coso, donde la Torre del Moral, egregia centinela pétrea de Lucena, contempló el abatimiento del Verbo Humillado. Después la imagen del Señor se adentró en las naves catedralicias de San Mateo por la Puerta del Apóstol que mata al malo, por la Puerta de San Miguel, para rezar ante el altar de su Madre Dolorosa la última estación de este tradicional vía crucis, único que incluye la peculiaridad de que la sagrada imagen de Cristo es portada por mujeres, componentes de la cofradía.
Jesús Ruiz Jiménez "Gitanito"