El Real Santuario Diocesano de María Santísima de Araceli acogió este domingo, el tradicional acto de Ofrenda de los Frutos a la Patrona de Lucena y del Campo Andaluz, honor que este año ha recaído en Valle García Sánchez, directora gerente del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, en un gesto de la cofradía aracelitana hacia la labor de los profesionales sanitarios de la provincia de Córdoba durante estos meses de pandemia. García pidió a la Virgen de Araceli que vele por una región "que encuentra en sus cultivos y su sanidad ejemplos de excelencia y motivos para un tremendo orgullo"
Valle García ofreció a María Santísima de Araceli los frutos junto a un vial de la vacuna del COVID ya inoculado, implorando a Nuestra Madre que "siga protegiendo las manos y el alma de todos aquellos que cuidan de la tierra y de nuestra salud para que no nos falte una buena cosecha, para que no nos falte una buena salud".
La directora del centro sanitario cordobés explicó que durante la pandemia "los agricultores han cumplido una función social, primordial, abasteciendo con productos de la tierra a diario", mientras que los profesionales de los centros sanitarios "también hemos tenido que lidiar faenas complicadas en nuestro propio campo de batalla", añadiendo que "nuestra voz y nuestros ojos han comunicado como nunca, voces y miradas que demostraban a nuestros pacientes que estábamos a su lado, detrás de múltiples capas de protección, pero a su lado".
La Eucaristía fue presidida por el Vicario Episcopal de la Campiña, David Aguilera Malagón y contó con la presencia de buena parte de la corporación municipal, presidida por el Alcalde, Juan Pérez, la delegada territorial de Justicia y Administración Pública, Purificación Joyera y representantes del mundo cofrade y la sociedad lucentina, interviniendo al cante Antonio Nieto acompañado a la guitarra por Román Carmona.
El hermano mayor de la Real Archicofradía de María Santísima de Araceli, Rafael Ramírez Luna, cerraba la celebración religiosa resaltando que "hoy es un día agridulce porque celebramos el ofrecimiento de los frutos de nuestra tierra a la Virgen, pero también la despedimos" para ser trasladada a Córdoba para someterse a un necesario proceso de restauración, con el objeto de garantizar la preservación de la imagen, cuyo origen se remonta a 1562.
Tras la Eucaristía, la directora gerente del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba procedía a depositar a los pies de la Virgen de Araceli los frutos del campo andaluz en señal de acción de gracias.
Las puertas del Camarín del Real Santuario permanecieron abiertas hasta las 21:00 horas para que el pueblo aracelitano pudiese despedirse a la Patrona de Lucena antes de su partida. La Virgen de Araceli permanecerá en los talleres de restauración de la prestigiosa empresa Regespa durante cinco meses.
Las fotos que siguen han sido realizadas por Jesús Cañete y Joaquín Ferrer.