Desde primera hora de la mañana, la Cofradía de la Humillación y Servitas viene celebrando solemne y devoto besamanos en honor de su Amantísimo Titular, Santísimo Cristo de la Humillación, en la Parroquia de San Mateo Apóstol, sede canónica de la corporación del Martes Santo Lucentino.
La Imagen del Señor se muestra a los píes del presbiterio teniendo como dosel la magnífica fábrica del retablo mayor de la Catedral de la Subbética.
La imagen del Señor aparecía custodiada por cuatro escoltas de su Agrupación Musical portando banderines y la gorra de plato a la mano.
El Señor luce uno de los sudarios que le bordaran en el Taller de su propia Hermandad, flanqueando al Cristo Humillado sendos angelitos turiferarios.
Componen el altar ocho piezas de candelería con cera roja, color propio sacramental, así como dos jarras y un centro de flor que combinan el statis morado y las orquídeas en tonalidad rosácea. También están presentes el juego de bocinas de la Cofradía Servita así como distintas insignias en un lateral tales como el bacalao o estandarte corporativo y el estandarte del Cristo de la Humillación, que labrara Pedro Muñoz de Toro en el siglo XIX y que presenta un pasaje de la Pasión de Cristo muy poco frecuente en el panorama procesional andaluz, inmediatamente posterior a la flagelación, donde el Señor cae de rodillas al Suelo para recoger su túnica, siendo esta imagen del Cristo de la Humillación junto al de la vecina localidad malagueña de Antequera, una de las escasas imágenes al menos procesionales que representan este momento de la Pasión en Andalucía.
Las hermosas fotos de este Besamanos las firma nuestro colaborador Jesús Ruiz Jiménez "Gitanito".