El Obispo de Córdoba, Demetrio Fernández González, ha presidido esta tarde en la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán la Santa Misa con la que se ha cerrado la Solemne Novena en honor a la Inmaculada Concepción y San José Artesano con motivo del 150 Aniversario de la proclamación de San José como Patrono de la Iglesia Católica.
La celebración religiosa, organizada por Cofradía de San José Artesano, ha contado con la participación del Coro de la Parroquia de Santo Domingo.
Previamente, el Obispo ha participado en la presentación del nuevo "apostolado" que la ha realizado la artista lucentina María Dolores López Cibanto para este templo, en un acto en el que también han tomado parte el párroco de Santo Domingo, Nicolás Rivero Moreno y el cronista oficial de Lucena, José Luis Sánchez Arjona.
Nicolas Rivero ha agradecido "la generosidad" de López Cibanto, "no solo por la capacidad y destreza de su obra, o por el tiempo y el esfuerzo dedicado, sino por anunciarnos la fe a través de su trabajo, por lo que le manifestamos el reconocimiento de nuestra comunidad parroquial". A continuación el Obispo de Córdoba y la autora han descubierto los dos cuadros que completan el Apostolado, representando a la Virgen María Reina de los Apóstoles y Jesucristo Salvador del Mundo.
Por su parte, Sánchez Arjona ha trazado en su intervención un perfil de la autora, destacando sus múltiples facetas como madre y abuela, catequista, camarera de María Stma. de Araceli y, especialmente en este caso, como artista, asegurando que este Apostolado representa "una obra de madurez que expresa no solo sus dotes como pintora sino su alma como creyente, puestos al servicio del arte, nuevamente como vehículo de evangelización".
María Dolores López Cibanto ha expresado su satisfacción por la obra completada para este templo y su agradecimiento al párroco por confiarle este trabajo, que pasa a integrarse ya en el patrimonio artístico de esta iglesia, en la que ya hay otras tres obras suyas.
Ha cerrado el acto Monseñor Demetrio Fernández, que ha celebrado la calidad artística de la obra de López Cibanto, que ha unido a la de su trabajo como Camarera de la Virgen de Araceli.