La Cofradía de la Pasión despide este viernes con un Besapié Extraordinario y una Solemne Eucaristía a la imagen del Señor de Medinaceli, para ser sometida a una completa restauración durante los próximos meses. Con motivo de la retirada temporal del culto de la imagen y con el ánimo de conocer los proyectos en los que está inmersa la cofradía, hemos hablado con Jesús Ramírez Arroyo, joven cofrade lucentino, recientemente elegido como hermano mayor de la corporación residente en el Convento de la Madre de Dios. A continuación, les dejamos con la entrevista, reiterando nuestro agradecimiento a Jesús por su tiempo y disposición.
- En primer lugar, ¿En qué momento diría que se encuentra la Cofradía Franciscana de Pasión?
- Como hermano mayor, considero que la Cofradía Franciscana de Pasión se encuentra en un momento óptimo. Tras las recientes elecciones, se ha renovado en gran parte la Junta de Gobierno. La incorporación de nuevos miembros y la constitución de la Vocalía de Juventud, que alcanza casi la treintena de jóvenes de entre 12 y 18 años, suman más de medio centenar de hermanos que trabajamos estrechamente por el presente y el futuro de esta Cofradía. Desde estas líneas, agradecer a todos los que han querido sumarse a este proyecto por su implicación, esfuerzo y trabajo. La pluralidad de opiniones siempre es positiva y seguro que, entre todos, lograremos aunar esfuerzos en este trabajo compartido.
Además, resaltar que algunas de las novedades desarrolladas durante los últimos años, como el adelanto en el horario de salida o la modificación de recorrido, han resultado bastante satisfactorias y han engrandecido el Lunes Santo lucentino. Igualmente, en los últimos años hemos realizado varias restauraciones con excelente resultado, resaltando la espectacular imagen resultante de la restauración de María Santísima de Pasión y Ánimas que dio un resultado inmejorable.
- ¿Cuáles son los principales proyectos a los que se enfrenta su nueva junta de gobierno?
- Los próximos cuatro años van a servir para desarrollar varias líneas de trabajo, destacando la conservación del patrimonio y de nuestros titulares, las actividades de caridad y evangelización, y un espacio importante para la formación. Esto sumado a la continuación de varios proyectos iniciados por la anterior Junta de Gobierno.
De un lado, en cuanto a lo material, nuestra intención es mantener el patrimonio que posee la Cofradía y llevar a cabo algunas restauraciones, además de realizar algunos de los proyectos que, desde hace años, se han planteado.
Tras la aprobación de la subvención otorgada por la Delegación de Patrimonio Histórico-Artístico del Ayuntamiento de Lucena, vamos a poder culminar un proyecto que llevábamos años esperando: la recuperación de la encarnadura original del Cristo de Medinaceli. Esta intervención también incluirá la restauración de algunas partes del Cristo, del siglo XIX, que tiene verdaderamente afectadas por el paso del tiempo y también algún desplazamiento que sufrió durante su última restauración en la década de los noventa y que supusieron que no se alce en su posición original en la peana sobre la que se asienta.
Otro de los proyectos relacionados con la conservación del patrimonio es la restauración del Crucificado de Pasión que actualmente sufre alguna grieta en su dorso y habría que recuperarlo para que vuelva a procesionar en el tradicional Vía Crucis que esta Cofradía, junto a la Comunidad Franciscana, organiza el primer viernes de marzo. El año pasado, debido a esta circunstancia, no se pudo desarrollar siendo sustituido por otro crucificado del Convento. De otro lado, también queremos realizar algunas labores de mantenimiento en los diferentes enseres y tronos que posee la Cofradía.
Respecto a los restantes proyectos, queremos mantener nuestro tradicional Pregón de Cuaresma, que el próximo 2025 pronunciará nuestro hermano Manuel Roldán, y potenciar las actividades ligadas a la caridad y la evangelización. Entendemos que este debe ser un pilar sobre el que se asiente cualquier hermandad y es nuestra intención hacer partícipe al barrio de San Francisco de todos estos proyectos.
Por último, la Vocalía de Juventud también serán una prioridad porque los jóvenes siempre serán el futuro de nuestra generación y, por supuesto, la formación tanto de la Junta de Gobierno como de los jóvenes para que todo nuestro trabajo se asiente siempre sobre el camino de la Iglesia Católica y, en concreto, de la Comunidad Franciscana a la que pertenecemos.
- Por importancia y proximidad en el tiempo, hablemos de la restauración del Señor de Medinaceli. ¿Qué cultos están previstos antes de su marcha?
- El Cristo de Medinaceli alberga un gran fervor devocional, tan solo debemos observar sus cultos del primer viernes de marzo que, cada año, congregan a miles de personas en torno a esta imagen. Por ello, desde la Junta de Gobierno hemos considerado que su retirada del culto para las inminentes labores de restauración, debían incorporar un acto de despedida en el que pudiesen participar todos los fieles y devotos. Así, el próximo viernes 15 de noviembre, desde las 17.00 horas, se celebrará un Besapié Extraordinario, seguido de la celebración de la Solemne Eucaristía a las 20.00 horas. Posteriormente, partirá hasta los talleres montillanos donde se procederá a su restauración esperando que antes del próximo mes de marzo ya se encuentre de nuevo entre nosotros.
- ¿Qué empresa o restaurador acometerá la restauración de la imagen? ¿Por qué se ha inclinado la hermandad por esta opción?
- La restauración se llevará a cabo en el taller de los artistas Manuel Espejo y Miguel Ángel Sánchez. Ambos expertos fueron los encargados de realizar la reciente restauración de María Santísima de Pasión y Ánimas, el pasado año, y Manuel Espejo además fue el encargado, hace dos años, de restaurar los ángeles pasionistas del grupo escultórico de la Virgen de Piedra. Ambas intervenciones han resultado todo un éxito, como se ha podido comprobar, y así nos lo han transmitido los lucentinos, y estamos convencidos de que la restauración del Cristo de Medinaceli no será menos. Una vez valorado el informe que realizaron los artistas sobre la imagen, y debido a la enorme experiencia que atesoran, la Junta de Gobierno les ha vuelto a confiar un proyecto de este calado, confiando en la buena consecución del mismo.
- ¿Cómo ha preparado la cofradía la financiación de la misma?
- Una vez que los restauradores emitieron su informe y nos facilitaron el presupuesto del trabajo a desarrollar, la Junta de Gobierno decidió presentar la convocatoria anunciada por el Ayuntamiento de Lucena para la concesión de ayudas destinadas al mantenimiento del patrimonio de la ciudad. Tras haber resultado beneficiarios, decidimos iniciar el proyecto, al que se suma otra cuantía sufragada con fondos propios.
- ¿Qué frutos espera de la intervención que tendrá lugar sobre tan venerada imagen durante los próximos?
- Como he referido anteriormente, este proyecto era una prioridad por el estado en el que se encuentra la imagen y todos los esfuerzos serán pocos para llevar a cabo esta restauración que urge realizar. Algunas restauraciones que se realizaron a nuestros titulares no se desarrollaron de la manera más adecuada, ofreciendo como resultado una realidad desvirtuada de su imagen.
Por ello, hemos querido abordar los proyectos de restauración, tanto del Cristo de Medinaceli como de María Santísima de Pasión y Ánimas el pasado año, para recuperar ambas imágenes a su estado inicial, tal y como las concibieron sus autores. Cualquier restauración debe ceñirse únicamente a conservar el estado de la imagen, no a implantar modificaciones que se alejan completamente de su autenticidad. Es algo por lo que deben trabajar todas las hermandades y, desde la Cofradía Franciscana de Pasión, es nuestra prioridad.
- ¿Desea añadir algo más?
- Agradecer a este medio de comunicación por permitirme expresarme y por ser siempre el altavoz de las cofradías lucentinas, ayudando a divulgar nuestras tradiciones. Además, invitar a los lucentinos a que el próximo viernes 15 de noviembre acudan al Convento de los Reverendos Padres Franciscanos para despedir a nuestro Cristo de Medinaceli antes de su próxima restauración. Sin duda, será una ocasión especial para poder estar aún más cerca de él.
