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Una quincena de mujeres se reúnen en el taller de María, órgano con sus estatutos propios perteneciente a la Real Archicofradía de María Santísima de Araceli, para confeccionar un precioso y elaborado ajuar a María Santísima de Araceli y al Niño Jesús. Entre puntada y puntada, hay risas, diálogo y también oración, puesto que en los momentos complicados, como son encajar los bordados o realizar la cola de los mantos, rezan una salve a la Virgen. También a eso de las siete y media dedicamos un rosario por las peticiones que tengamos, explica Rosi Fernández, encargada del taller.
En este momento se encuentran dando las últimas puntadas al Manto de las Azucenas, que utilizará Nuestra Madre cuando esté en su camarín y que ha sido diseñado por Pilar Rodríguez, y el Manto del Campo Andaluz, destinado a las romerías de subida. El primero de ellos es un manto corto debido al lugar donde va a utilizarlo. Llevamos cosiéndolo desde hace cuatro años, ya que tan solo nos reunimos una vez a la semana, los miércoles, pero ahora hay que quedar casi todos los días porque urge terminarlo, aclara Rosi. Por tanto el Taller de María se encuentra ahora en plena actividad. Mientras algunas de ellas trabajan con el manto otras confeccionan para el Niño Jesús un trajecito verde que se le pondrá cuando la Virgen se vista de Pastora y otro compañero al del Campo Andaluz. Todas colaboran en los momentos de mover la ropa para ir haciéndolo los hilvanados, para controlar que la tela no sobre ni falte por ningún lado y que todo esté perfectamente encajado. Mientras tanto hay conversaciones muy variadas y risas ya que también tienen un momento para tomar el café y hacerse aún más y mejor compañeras.
El trabajo, mañoso y delicado, que realizan estas mujeres lucentinas es totalmente altruista y lo hacen- según la encargada del taller- por amor a la Virgen. Llevan ya casi una década dedicadas a la elaboración de este tipo de prendas. En un primer momento comenzaron arreglando el ajuar que tiene María Santísima de Araceli y luego continuaron confeccionando trajes para el Niño, la túnica de la Virgen del Tránsito, que se encuentra en el Santuario de Aras y una bandera para la Cofradía del Cristo del Silencio que les llevó mucho tiempo debido a que era un trabajo muy elaborado.
El Taller de María tiene otras actividades como son la participación en un día de la Novena, su intervención en la misa que se celebra el día de la Inmaculada y se reúnen varias veces al año para comer todas juntas. Tenemos nuestros escudos y medallas- cuenta Rosi- pero lo más importante es la colaboración y compañerismo que hay entre nosotras. Su trabajo se podría comparar con el equipo de una gran empresa, puesto que todas ellas son fundamentales, su coordinación y concentración les permite que no se escape ninguna aguja y si se ven en un aprieto, todas coinciden en acudir a la Virgen, por la que todas están allí y dedican muchas horas de su vida a realizar una labor muy importante dentro de la Real Archicofradía de María Santísima de Araceli.
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Araceli Redondo
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