La defensa de la familia cristiana y la importancia de tener hijos fueron los elementos destacados por el Obispo de Córdoba, Demetrio Fernández González, en la homilía que realizó en la noche de ayer ante María Santísima de Araceli en la Parroquia de San Mateo.
Durante la celebración de la Santa Misa de los Nuevos Matrimonios, organizada por la Real Archicofradía de María Santísima de Araceli y el COF "San Juan Pablo II", el Obispo de Córdoba destacó la importancia de que los nuevos esposos cuiden el matrimonio porque "esa consagración nace el uno al otro, porque el amor que se han prometido es un amor para siempre y Dios se ha comprometido a mantener ese amor cuando lleguen los problemas.
Así mismo resaltó que "una sociedad en la que la familia se destruye es una sociedad que se desmorona, una sociedad que resulta al mundo más caro sostener, es una sociedad que se vuelve incapaz de transmitir los valores del Evangelio, de la moralidad, porque la familia es acervo cultural, cristiano y religioso".
Del mismo modo, Demetrio Fernández González expuso la importancia de que la familia se consolide con los hijos en un momento en que estamos viviendo el "invierno demográfico, un huracán en el que millones de personas no han llegado porque estamos en un momento en que tener un hijo es casi una debacle". Según el Obispo de Córdoba "en los países en vías de desarrollo se mantienen los valores fundamentales de futuro y esperanza porque hay niños, hay jóvenes. Europa, sin embargo, se muere de vieja".
Al finalizar la eucaristía el Obispo entregó una fotografía de María Santísima de Araceli a los nuevos matrimonios celebrados en el último año como recuerdo de la celebración.