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El Obispo de la Diócesis de Córdoba, Monseñor Demetrio Fernández González ha oficiado esta tarde la misa con la que se abre oficialmente el Año Jubilar Aracelitano.
Monseñor Demetrio Fernández llegaba al Santuario de Aras a las seis de la tarde, y tras saludar a las autoridades locales y miembros de la Junta de Gobierno de la Real Archicofradía Aracelitana pasaba a la sacristia del templo. Revestido para oficiar la Eucarístia, el propio Obispo era el encargado de abrir las puertas del Santuario, invitando a entrar en el mismo a los fieles, tras unas palabras del Hermano Mayor de la Cofradía, Antonio Crespillo, explicativas del simbolismo de un acto que quiere expresar la invitación a adentrarse en este año de gracia en torno a la Virgen de Araceli, que Lucena y los lucentinos se aprestan a vivir de forma especial.
A continuación el Vicario Episcopal de la Campiña, Jesús Poyato Varo, daba lectura al breve pontificio por el que se decreta el Año Jubilar y explicaba los días y lugares en los que podrán ganarse las indulgencias a lo largo de los próximos meses y el significado de las mismas.
En su homilía, el Obispo de Córdoba, Monseñor Demetrio Fernández reiteraba que el Año Jubilar nos invita a la alegría, es un año de gracia, un año de muchos dones por parte de Dios y así esperamos que lo sea para Lucena, para todo el campo andaluz y para la Diócesis de Córdoba, indicando que el mismo supone una apertura de las puertas de la misericordia que en la Virgen encuentra una madre y una protectora.
El acompañamiento musical a la brillante ceremonia religiosa la ponía el Coro de la cofradía de Nuestra Sra. de la Aurora, que interpretaba la Misa en honor de Nuestra Señora de Araceli, del Maestro Fernando Chicano Martínez.
A continuación les ofrecemos una galería gráfica de esta celebración.
