Por ello, según ha informado en un comunicado, aconseja a los párrocos de la Diócesis que retiren el agua bendecida en las pilas de los templos diocesanos para evitar contagios, y a los fieles cambiar el gesto de la paz durante la eucaristía por algún gesto reverencial.
De igual modo, durante las celebraciones cuaresmales, que se prodigan en la Diócesis, se recomienda la inclinación o la mirada para expresar la devoción a las imágenes expuestas en besapiés.
A los párrocos y sacerdotes diocesanos, el Obispado aconseja también lavarse las manos antes y después de ofrecer la comunión, indicación que se extiende para los ministros extraordinarios de la comunión.