En la conferencia celebrada en la noche de ayer en la Casa Museo de la Virgen de Araceli, el historiador de Arte Antonio Ruiz Granados realizó un exhaustivo análisis de las características y proceso de elaboración del Templete de María Santísima de Araceli diseñado por Sebastían Vidal, resaltando que, según los estudios de la profesora Dabrio González, el templete fue realizado por Pedro de Bares y no por Martín Sánchez de la Cruz como se conocía hasta la fecha.
Ruiz Granados explica que, a pesar de que el encargo de realizar el templete se había hecho en abril de 1628 a Martín Sánchez de la Cruz, siendo hermano mayor Juan Jiménez Manjón Cabeza, el 17 de septiembre de 1629 éste designó como colaborador a Pedro Bares para las labores de bronce, pero posteriormente se reúnen y decide traspasar el encargo a Pedro Bares como se refleja en la cita que dice "el dicho Pedro Bares se obliga en favor del dicho Martín Sánchez de la Cruz y se encarga de hacer las dichas andas de plata y bronce conforme a la traza que para ello le diese Sebastián Vidal vecino de esta ciudad y darlas hechas y acabadas en toda perfección conforme a la dicha traza poniendo a su costa manos y oficiales y todo el bronce que se gastare las dará acabadas para fin de noviembre que viene de este presente año".
El historiador explicó que el templete es una estructura de 150 centímetros de lado por 210 de altura hasta la cornisa y 285 hasta el remate de la cúpula, sustentado por cuatro columnas con base prismática, de la que surge otra más alta y estilizada que da paso a un segmento alargado y ovoide decorado con finas estrías que enmarcan un óvalo. Los arcos de medio punto decorados con esquemáticos motivos vegetales punteados arrancan de una sencilla columnita. El friso de la parte interna decorado con suspensión de rectángulos y óvalos lisos, soporta la cubierta, una semiesfera calada con bandas con sencillos esgrafiados geométricos. La parte superior se remata con una moldura circular de ancha base adornada con asas y óvalos que soporta una estructura cilíndrica decorada con bandas de cobre y óvalos envueltos en motivos vegetales incisos y esquemáticos, con vértices co pináculos dorados y rematada por una cruz de corte romboidal.
En cuanto a las distintas formas en que María Santísima de Araceli ha paseado en las andas de viaje o templete a lo largo de los años, Ruiz Granados destacó que en 1864 se hizo una peana para el templete tallada en madera por Pedro Romero Ariza y dorado por Antonio López-Cabeza y Lara, y que contaba con el anagrama de María, la estrella y el castillo, así como el año de su creación.
Añadió que las andas fueron usadas por la Virgen en todas sus salidas procesionales, tanto romerías como en su Día, desde su estreno hasta 1895, último año en que salieron en su Día, pues ya al año siguiente se estrenaría el trono neogótico. En los años 50 y 60 la cúpula fue sustituida por otra de cobre y, finalmente, fue jubilado en 2001, estrenándose el actual en 2002, copia exacta de los Hermanos Lama de Córdoba que se vio completada con la peana, inspirada en la estrenada en el siglo XIX de madera, que se estrenó en 2003.
Finalizó su intervención explicando que el templete de María Santísima de Araceli fue la inspiración para las de la Virgen de la Sierra de Cabra, la de la Virgen de la Piedad de Iznajar y de la Virgen de la Cabeza de Rute del XVIII-XIX.
Al finalizar la conferencia, el hermano mayor de la Real Archicofradía de María Santísima de Araceli, Rafael Ramírez Luna, destacó la importancia de los datos revelados por Ruiz Granados y le entregó un obsequio en agradecimiento por su trabajo.