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Casi cuarenta 'peroles' pudieron degustarse ayer en la Caseta de la Peña Taurina, donde se celebraba por tercer año consecutivo la Perolada Navideña que organiza la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad.
Más de veinte platos típicos de la cocina tradicional de la comarca y propios de la estación otoñal. En la carta delicias como los callos, las manitas de cerdo con garbanzos, jamón con tomates, los riñones al jerez, las asaduras con tomate, papas con gulas, el lomo con nata, al Moriles o al ajillo, los torreznos con papas, la carrillada, el conejo al ajillo, las papas a la riojana, las albóndigas de pescado en salsa, las migas y los imprescindibles bolos lucentinos, todo ello cocinado y donado por un buen número de amigos de la cofradía.
Frente a la improvisada cocina, cientos de personas deseosas de degustar tan suculento menú, este año por el módico precio de 5 euros por dos raciones, y compartir con familiares y amigos un buen rato de ocio en un ambiente de cordialidad, con la satisfacción de estar colaborando con una buena obra. Y es que todo el dinero recaudado con esta "perolada solidaria" proporciona a la cofradía de la Soledad una parte importante de sus ingresos anuales para mantener sus actividades y el cuidado de sus enseres, al tiempo que la posibilidad de incrementar la partida dedicada a caridad.
No es esta la única actividad que organiza esta cofradía lucentina en esta línea. A la "perolada" se suman la presencia en la feria del Valle con la popular caseta "Fajín de esparto" o la entrega de alimentos organizada con motivo de la recogida de túnicas a los hermanos para el desfile procesional de Semana Santa, que el pasado año posibilitó la recepción de más de 1.000 kilos de comida a Cáritas de Santiago.
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