El acoso escolar, también conocido como bullying, es una práctica que afecta directamente a los niños y a la convivencia dentro del aula. Se manifiesta a través del maltrato físico o psicológico por parte de otro compañero mediante burlas, amenazas o agresiones.
Los docentes deben estar capacitados para evitar cualquier situación negativa que pueda tener lugar dentro del ámbito escolar, ya que a largo plazo los niños afectados por este tipo de acoso pueden sufrir problemas de inseguridad, miedo y desatención de los estudios. Pero también es cierto que este tipo de situaciones pueden pasar desapercibidas si no hay un adecuado control sobre las actividades de los alumnos, especialmente cuando se encuentran en áreas comunes fuera del aula de clase.
La importancia de formarse como una figura de autoridad para evitar el acoso escolar
El profesor pasa una gran parte del tiempo con los alumnos, algo que le permite distinguir a una víctima de acoso a través de señales que indican de manera rápida si existe algún tipo de problema: si un estudiante se ausenta constantemente de las clases o se comunica inusualmente poco, podría ser una señal de que algo sucede, y en ocasiones, el problema puede no estar en casa, sino dentro de los límites de la propia institución educativa.
Ante cualquier acto de acoso escolar, el docente es quien debe mediar para detener todo tipo de maltrato de la mejor manera posible. Estamos hablando de un perfil profesional capacitado para manejar todo tipo de situaciones así que, si quieres adentrarte en esta interesante profesión, fórmate para evitar el acoso escolar con el Máster online de la VIU y ayuda a convertir el ecosistema escolar en un espacio saludable para los alumnos.
Cursar este Máster online para docentes es fundamental, ya que permite el desarrollo de medidas preventivas que ayuden a disminuir el acoso. En este aspecto, es muy importante la formación a los alumnos acerca de este problema, dándoles a conocer las consecuencias y daños que puede generar este comportamiento y dónde acudir en caso de que sean víctimas de bullying.
Al igual que el agresor o el grupo de agresores suelen ser alumnos violentos que buscan llamar la atención a través de burlas hacia los demás, las víctimas acostumbran a sentir que cuentan con pocos recursos físicos y psicológicos a la hora de defenderse. Al adquirir la capacidad de distinguir esta situación, el docente se convierte en testigo y decide cuándo y cómo intervenir.
Como profesores, no hacer nada acabará generando desconfianza en el estudiante, siendo no solamente un golpe en la autoestima para los más jóvenes, sino también creando la percepción de que el docente no cuenta con la autoridad suficiente para proteger a sus alumnos dentro del aula.
Los años de primaria y secundaria son etapas duras para la gran mayoría de los alumnos que, de una forma u otra, sufren de bullying. Por este motivo, es necesario que los docentes cursen una formación adecuada, que les permita reconocer y actuar ante cualquier situación que pueda comprometer la salud física o mental de los alumnos mientras se encuentran dentro de la institución.