Lejos de lo que cabría esperar y de las imágenes que hemos visto en otras ciudades, los dos primeros días de la Fase I del plan de desescalada en Lucena han tenido como protagonista inesperada a la lluvia, que, por una parte, ha impedido que muchos establecimientos de hostelería pongan en marcha sus terrazas y, por otra, han hecho que el tránsito peatonal en las calles del centro sea incluso más reducido que la pasada semana, pese a que buena parte del comercio ha abierto ya sus puertas observando las medidas de seguridad dictadas por el gobierno.
La presencia de la lluvia –intermitente pero persistente– ha propiciado que ni la Plaza Nueva, ni el llanete de San Agustín ni tampoco en entorno del paseo del Coso o la calle El Peso hayan permitido a los más impacientes disfrutar del desayuno o la primera "cañita" al aire libre tras dos meses de enclaustramiento, pese a que la mayoría de los empresarios que gestionan las terrazas ubicadas en estas zonas han confirmado a LucenaHoy su intención de abrir "tan pronto como el tiempo lo permita" –que parece que será el lunes– y pese a las limitaciones que supone la reducción al 50 por ciento del número de veladores y la necesaria adopción de nuevas medidas de seguridad, que supondrán un coste adicional tras varias semanas de sequía económica.
Así las cosas, solo un pequeño porcentaje de los bares, cafeterías y restaurantes han reiniciado la actividad en estas dos primeras jornadas de la Fase 1. Y es que a lo ya expuesto se suman también la incertidumbre sobre la respuesta de los clientes; las dificultades que supone para muchos empresarios revertir un expediente de regulación temporal de empleo en caso de contar con uno o más empleados acogidos al mismo; la desorientación propia de los primeros días de esta "nueva normalidad" adelantada o la necesidad de realizar trámites administrativos previos para solicitar la ampliación de terrazas, en aquellos casos en los que esto sea posible.
Por todo ello, varios empresarios del sector han indicado a este periódico que esperarán hasta el próximo día 25 de mayo y un hipotético paso a la fase 2 para reabrir sus negocios, otros incluso se plantean plazos más largos, como ocurre con los establecimientos emplazados en hoteles.
Otra tendencia en alza en la que trabajan algunos establecimientos es la preparación de pedidos a domicilio o para recogida en el local, para compensar la pérdida de mesas, una alternativa que ya han explorado con éxito algunos durante las semanas previas como medio de subsistencia.
Así están las cosas para un sector que lucha por retomar la actividad y recobrar el pulso lo antes posible y sueña con levantar las persianas, cerradas durante demasiados días.