A principios del siglo XVIII los animales de carga eran imprescindibles en la vida laboral y doméstica y su robo era castigado con severidad y constituía uno de los peores delitos que se podían cometer, siendo la cárcel el destino habitual de quienes se dedicaban a robar o traficar con animales robados. Hoy la presencia de mulos, burros y caballos ha quedado reducida prácticamente al ámbito de lo recreativo o deportivo, y la exhaustiva reglamentación para su tenencia ha hecho que sea poco habitual encontrar noticias relativas a la sustracción de este tipo de animales. Por eso nos ha llamado la atención el robo en Lucena de una yunta de mulos –"una mula y un mulo castaño oscuro" para ser más exactos– que se encontraban en una parcela del polígono industrial del Pilar de la Dehesa, a escasos metros de la vivienda de su propietario y cuidador.
Los hechos se producían en la madrugada del jueves al viernes y se trata de un robo perfectamente organizado, como detalla Teresa Luna, hermana del titular de los animales robados. Entre las 2 y las 6 de la mañana, alguien cortó cuidadosamente la malla metálica que rodea la parcela en la que se encontraban los mulos y entró en la misma para llevárselos. Las pisadas sobre el terreno delatan la presencia de una persona como autora de estos hechos, que han sido oportunamente denunciados ante la Policía Nacional. No obstante, los propietarios piensan que posiblemente haya más implicados en la sustracción de la yunta de équidos.
Sobre el destino de los animales robados, Teresa señala que "puede responder a un encargo o a un capricho de alguien, porque con la actual reglamentación, muy estricta, resulta poco probable que quien los haya robado haya pensado en sacrificarlos para carne".
La familia, vinculada tradicionalmente a las tareas agrícolas en las que estos animales eran imprescindibles hasta hace unas décadas, no pierde la esperanza de recuperarlos por el cariño a estos animales, "que cada año son utilizados para tirar de los carros de los Reyes Magos en la Cabalgata del Cristo o para participar en alguna romería" y ha difundido ampliamente a través de medios de comunicación y redes sociales las fotos de la pareja de mulos con la esperanza de que "alguien haya podido ver algo o pueda dar alguna pista sobre su paradero", y ruega que, si así fuera, lo pongan en conocimiento de la Policía Local o Nacional.