Crece la preocupación entre los agricultores lucentinos ante los primeros robos en el olivar de la actual campaña.
La finalización del periodo de recogida en las provincias de Sevilla y Jaén está haciendo que los grupos organizados que se dedican al robo de aceituna estén empezando a desplazarse a otras zonas en las que la campaña es más tardía, como ocurre en el caso de Lucena.
Fuentes de la Cooperativa Olivarera ´Virgen de Araceli` han indicado a este periódico que en los últimos días los agricultores empiezan a hablar ya de robos en el olivar, por lo que se están apresurando a recoger la cosecha.
MÁS MEDIOS
Ayer, el presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, pedía "aumentar los medios" que sean necesarios para mejorar la vigilancia en el campo frente a los robos, así como el endurecimiento legislativo y una mayor eficiencia en la aplicación por parte de los tribunales del Código Penal.
De este modo, el presidente de Asaja ha subrayado la necesidad de "dotar de más medios a los agentes" teniendo en cuenta que la creación de los Grupos ROCA fue "un paso fundamental para afianzar la lucha contra la delincuencia en el campo".
"La prevención y el mejor conocimiento de la realidad de cada zona, a través de reuniones con agricultores y ganaderos de Asaja, la correcta investigación y el mayor esclarecimiento de delitos, junto a otras medidas, como el endurecimiento del Código Penal, el control de los puntos de recepción y el marcado de la maquinaria, permitirán ir mejorando la situación", ha asegurado el presidente de Asaja.
Así, desde Asaja se exige a la Administración "que aumente y mejore las dotaciones para la Guardia Civil, conserve y promueva instalaciones dignas para los guardias y sus familias, y destacan que "es importante también un plan de inspección de puntos de compra sospechosos de aceituna robada y que se siga trabajando para que el Código Penal sea más duro para este tipo de delitos".
En Lucena, al trabajo de los grupo ROCA de la Guardia Civil se suma el sistema de vigilancia privada puesto en marcha por las dos cooperativas olivareras, contando con la colaboración del consistorio lucentino, que aporta 12.000 euros a un dispositivo que tiene un coste en torno a los 50.000 euros y que ha sido encomendado a la empresa Vigirluz. Hasta ahora los robos se habían venido manteniendo a raya, aunque el sector espera un incremento de los mismos en las próximas semanas.