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Manos Unidas, la asociación de la Iglesia Católica en España para la ayuda, promoción y desarrollo de los países del Tercer Mundo, conmemoró este viernes en Lucena el Día del Ayuno Voluntario. La tarde comenzó con la lectura del manifiesto "Un mundo nuevo, un proyecto común", un escrito que resume los objetivos de la campaña LV, centrada en el octavo Objetivo de Desarrollo del Milenio. Posteriormente, se ofició una eucaristía en la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, se presentó el proyecto encomendado a Lucena y hubo una cena solidaria en el colegio homónimo.
"En el año 2000, todos los países acordaron trabajar juntos para acabar con el hambre antes de 2015. A menos de un año que se acabe el plazo, comprobamos que estamos muy lejos de poder conseguir este objetivo. Hoy, 842 millones de personas pasan hambre".
Estas fueron algunas de las ideas que leyeron la presidenta de la delegación en Lucena de Manos Unidas, Julia Hueso; el alcalde de Lucena, Juan Pérez; el vicario de la Campiña, David Aguilera; y la franciscana misionera de María, María Jesús Zaratiegui Iriarte. La Escolanía de la Escuela Municipal de Música y Dana interpretó, bajo la dirección de Oksana Antonyak, el himno "Unamos nuestras Manos", compuesto por Julia Hueso y Oleh Antonyak.
La Plaza Nueva, a partir de las 18:15 horas, recibió a representantes de los colegios de la ciudad que portaron pancartas con mensajes sensibilizadores. El texto de Manos Unidas también señalaba que "acabar con el hambre es responsabilidad de todos, y solo será posible si todos trabajamos como auténticos hermanos".
En este año 2014, la ciudad de Lucena ha recibido el encargo de realizar un proyecto en Camerún para la formación de jóvenes en distintos oficios. Su coste es de 27.087 euros y sus beneficiarios más de 240 personas y toda una comunidad que les apoya. Para lograr este fin, durante este fin de semana las colectas de las eucaristías de los distintos templos de la localidad se destinarán a este propósito y el domingo 15 de marzo se realizará una cuestación en la localidad y se venderán artículos por las calles y las plazas de Lucena.
Finalmente, como colofón del manifiesto, Manos Unidas demanda:
1. A todas las instituciones políticas, culturales y religiosas que busquen un diálogo fecundo capaz de analizar a fondo las causas de las injusticias, y proponer las medidas necesarias para la defensa efectiva del bien común.
2. A las empresas y entidades financieras que destierren las relaciones basadas en el logro del máximo beneficio y pongan en el centro de sus intereses el bien de la persona.
3. A la comunidad internacional que mejore la cooperación y favorezca una política comercial coherente con la defensa de los derechos humanos.
4. A los países desarrollados que se comprometan a aumentar la Ayuda Oficial al Desarrollo, aliviando la deuda externa y compartiendo con los países del Sur el acceso a los mercados, y aquellos medios que garanticen la defensa efectiva de sus derechos fundamentales.
5. A los países en desarrollo que mejoren su gobernabilidad, la trasparencia en la gestión de sus recursos y el compromiso efectivo en la defensa de los derechos fundamentales.
6. A todos los gobiernos e instituciones internacionales que establezcan reglas justas para que los países puedan establecer relaciones mercantiles seguras y no discriminatorias.
7. A todas las personas e instituciones que promuevan un modelo de desarrollo sostenible, que salvaguarde los recursos naturales, utilizándolos responsablemente y poniéndolos a disposición, sobre todo, de los más necesitados; un desarrollo que fomente la austeridad en el consumo, y detenga el consumismo compulsivo e irresponsable.
8. Y, en definitiva, reclamamos la defensa de un modelo de desarrollo que ponga en el centro a las personas, su inviolable dignidad, y los derechos fundamentales que le pertenecen; y que ponga en primer lugar a los más pobres.
MANUEL GONZÁLEZ