Un agente de la policía local de Lucena ha tenido que permanecer casi cinco días en cuarentena después de que un individuo le tosiese o respirase en el rostro de forma premeditada cuando procedía a su detención, tras negarse a usar la mascarilla para entrar en dependencias municipales, como exige el protocolo anti-covid.
Los hechos se produjeron en torno a las 13:30 horas del pasado viernes, cuando un hombre de mediana edad se dirigía a entrar en el Ayuntamiento de Lucena, en el que había concertado una cita. Según ha explicado hoy el concejal de Seguridad Ciudadana, José Pedro Moreno, en ese momento el guardia de seguridad que controla el acceso al edificio se dirigió a él para exigirle el uso de la mascarilla, negándose a ponérsela de forma reiterada.
Ante esta situación el guardia jurado solicitó la presencia de la policía local, personándose en el ayuntamiento un agente, que volvió a insistir a este individuo en la obligatoriedad de usar la mascarilla para acceder a su cita, argumentando éste que contaba con autorización médica para no usarla, pero negándose a mostrarla o identificarse y grabando en todo momento los hechos con su teléfono móvil, situación en la que persistió en todo momento, incluso tras la llegada de una segunda patrulla de la Policía Nacional.
Finalmente la policía local procedió a su detención, colocándole la esposas para su traslado a dependencias policiales para su identificación y toma de declaración. Fue al introducirlo en el vehículo policial cuando el detenido exhaló en varias ocasiones y de forma premeditada y voluntaria en el rostro del agente, dirigiéndose al mismo.
El policía ha sido sometido a un test PCR para descartar que hubiese resultado infectado por COVID-19 como consecuencia de este incidente, permaneciendo en confinamiento hasta recibir el resultado negativo de la prueba en el día de ayer.