En torno a las 23:45 horas de ayer, domingo, se produjo el desprendimiento de un fragmento de la cornisa de la torre campanario de la iglesia de Santiago. Una parte de la misma cayó sobre el suelo, sin que hubiese que lamentar daños personales ni tampoco materiales, dado que el estacionamiento en este vial se realiza en la acera opuesta de la calle.
Hasta el lugar de los hechos se trasladaron dos vehículos del parque comarcal de bomberos, uno de ellos autoescala, que permitió acceder a la estructura para comprobar los daños y sanear la zona afectada, para evitar nuevos desprendimientos. Por su parte, efectivos de la policía local procedieron a cortar el tráfico en la calle y acordonaron la zona para limitar el paso de transeuntes.
Según explicó a LucenaHoy el párroco de Santiago, Francisco de Asís Roldán, el pasado verano se llevó a cabo la limpieza de la vegetación en toda la estructura de la torre y técnicos habían realizado recientemente una valoración sobre el estado de conservación de la torre campanario sin detectar ningún problema de estabilidad significativo, por lo que se desconocen las causas del desprendimiento.
Ayer todo quedó en un susto, aunque también fue decisiva la suerte, ya que un grupo de confirmación permaneció en la parroquia hasta apenas media hora hora antes de que se produjera el desprendimiento a las puertas de la sacristía del templo de la judería lucentina.
Esta mañana la zona ha amanecido acordonada y los vecinos comentan que esta situación se veía venir. Lo cierto es que el aspecto general de la cornisa no es tranquilizador a simple vista, aunque deberá ser un estudio técnico el encargado de determinarlo.
Les dejamos algunas fotos, que completaremos a lo largo de la mañana con un vídeo.