El juez ha decretado esta noche prisión preventiva para los seis detenidos en el marco de la operación policial que ha logrado desmantelar un clan dedicado al cultivo industrial de marihuana y su posterior distribución. Los seis hombres eran trasladados a los juzgados de Lucena esta tarde, para pasar a disposición judicial. El juez les acusa de organización criminal de tráfico de drogas.
A los cinco cuatro detenidos en la noche del lunes –cuando recogían los paquetes de marihuana arrojados unas horas antes desde el coche que conducían, durante una persecución policial en la que resultó herido un agente, al que presuntamente intentaron atropellar– se sumó ayer la detención de un quinto componente del clan, encargado de cuidar de la plantación descubierta en el parque empresarial Príncipe Felipe y de un sexto individuo, que se ha presentado voluntariamente en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía Nacional de Lucena tras ser requerido por los agentes, quedando también detenido por su presunta implicación en los hechos.
Según ha podido saber este periódico, los cuatro detenidos en el vehículo, vecinos de Málaga, se encargarían de la distribución de la droga en la Costa del Sol, y se encontraban en Lucena para proceder al traslado del alijo interceptado por la policía local, formado por más de 11 kilos de cogollos de marihuana, parte de los mismos empaquetados al vacío. Los otros dos detenidos, naturales de Córdoba, residían actualmente en Lucena y serían los encargados de cuidar de la plantación encontrada en una nave industrial, en la que se hallaron más de 2.000 plantas de marihuana y una compleja infraestructura diseñada para obtener el máximo rendimiento de la misma y acelerar su crecimiento.
Todo apunta a que este grupo, perfectamente organizado, sería ajeno a Lucena, y habría elegido nuestra ciudad como centro de producción por su situación y cercanía a la costa, tras considerar que en algunos de sus polígonos industriales, dotados de numerosas naves industriales, muchas de ellas cerradas por la crisis económica, podría pasar totalmente inadvertida su actividad.
Ha causado sorpresa la sofisticación de la instalación agrícola desmantelada en el parque empresarial Príncipe Felipe, dedicada a la producción intensiva de marihuana, una plantación cerrada con paneles, dotada de un sistema de filtrado del aire para evitar olores al exterior, de lámparas de luz artificial favorecedoras de la fotosíntesis en ambientes cerrados, ventilación, aire acondicionado, sistema de alimentación por baterías para casos de pérdida de energía, y dos grandes generadores eléctricos de gasóleo para evitar el consumo de energía eléctrica del montaje, con lo que se propiciaba que durante todo el año la plantación estuviera en funcionamiento sin verse sometida a las inclemencias meteorológicas.
Junto a las 2.000 plantas en fase de crecimiento, la policía se ha incautado de más de 40 kilogramos de cogollos de marihuana embolsada y lista para su distribución y consumo y al menos un vehículo.
En ambientes policiales se ha destacado el clima de colaboración entre policía local y nacional como una de las principales claves del éxito de esta actuación.