Las dos imágenes que ilustran esta información fueron recogidas por un ciudadano en la calle Juan Valera en la madrugada del domingo, después de que algún desalmado/s arrancara de sus jardineras algunos de los arbolitos plantados hace unas semanas en las mismas en el marco del Programa de Regeneración del Casco Histórico de Lucena.
Los ataques al nuevo mobiliario urbano recién instalado no son nuevos. Al sabotaje de las obras de la calle Condesa Carmen Pizarro, destrozando parte del trabajo realizado, que fue necesario repetir, se sumó también el derribo de la escultura de bronce de la Niña que mira a la Torre del Moral, en el paseo del Coso y a otros episodios similares al del pasado domingo contra maceteros en las calles Juan Valera o San Pedro.
Actos miserables, incomprensibles, que hablan del incivismo de algunos contra unos elementos que son parte del patrimonio de todos los lucentinos. Verdaderamente lamentable.