Un grupo de jóvenes lucentinos, asistentes a la fiesta de nochevieja celebrada en la madrugada del día 1 en la Plaza de Toros de Lucena, organizada por la empresa "Alex Montoro", según puede leerse en los carteles anunciadores, se están organizando para exigir a la organización la devolución del importe pagado por las entradas: 40 euros.
La petición, publicada en redes sociales, y hecha pública a través de la plataforma change.org, señala que la empresa organizadora no habría cumplido con los puntos que figuraban en el cartel de la fiesta, en el que se anunciaba esta celebración como "Macrocotillón Universal" y se prometían "carpas calefactables, suelo de madera, seguridad privada, barra libre con primeras marcas, delicatessen, fotografía, servicio de ropero, videoproyecciones, zona VIP, merchandising" además de un concurso para premiar el mejor vestido y elegir a Miss y Míster Elegancia entre los asistentes.
Según la denuncia publicada en Change.org "la sorpresa estuvo en que no había nada de lo prometido, solo ese contaba con dos guardias de seguridad, camareras que no sabían servir, no había calefacción y tampoco las 1.000 personas que se esperaba que fuesen, sino apenas 100 personas y tampoco bebida para una barra libre".
Los asistentes se consideran estafados por la organización. Otra de las afectadas ha señalado a LucenaHoy que "nada más llegar nos hacían pagar 2 euros por utilizar el ropero, no había ninguna bebida de las que pretendíamos consumir –ni JB, ni Puerto de Indias o Beefeater– no se podía estar del frío que hacía, el servicio de camareros era pésimo, con solo 4 personas sirviendo para dos barras, solo había dos personas de seguridad que no impedían que la gente se colara en la barra a quitar las pocas botellas que había y anunciaron en las redes sociales que habían vendido 1.000 entradas cuando apenas había 100". Además, algunos usuarios han señalado a este periódico que solicitaron el libro de reclamaciones, sin lograr recibirlo. La mayor parte de los asistentes habían comprado las entradas a través de una red de relaciones públicas. Las entradas se entregaban a la llegada, dificultando así una posible denuncia posterior, aunque algunos asistentes han señalado a este periódico que miembros del personal "nos las devolvieron para que pudiéramos ir a Consumo, al ver lo que estaba pasando".
Los afectados, que ya han conseguido 275 firmas en Change.org en pocas horas– pretenden que el empresario organizador de la fiesta les devuelva el dinero. Mañana presentarán denuncias en la Oficina de Consumo y no descartan hacerlo ante la policía nacional.
Mañana ampliaremos esta información.