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El Centro de Información a la Mujer de Lucena (CIM) ha atendido en los diez primeros meses del año a 145 mujeres por casos de violencia de género, lo que hace presumir que 2012 se cerrára con una nueva cifra record de mujeres víctimas de malos tratos, ya que durante todo el año 2011 la cifra total fue de 146 mujeres atendidas.
De la cifra total 96 erán mujeres que tenían presentada denuncia judicial contra su pareja y 49 no la habían formulado en el momento de realizar su consulta al CIM. En cuanto a su procedenia, los datos estadísticos demuestran que la lacra de la violencia de género afecta cada vez más a mujeres españolas. Hasta octubre solo 13 de las 145 mujeres atendidas eran extranjeras. Además, 123 de ellas erán mujeres lucentinas o residentes en nuestra ciudad, la cifra más alta desde 2008.
En cuanto a su edad, 33 de las consultas correspondieron a jóvenes entre 18 y 30 años, 44 a mujeres entre 31 y 40 años y un número similar, 42, a mujeres entre 41 y 50 años de edad.
Por meses fue junio, con 43 consultas, el mes que registró un mayor número de casos, seguido por enero con 21 y octubre con 20. Agosto y septiembre fueron los meses con menos citas, 9 y 10 respectivamente.
En esta serie estadística se contemplan solo las consultas directas por malos tratos, que suponen un 7% del total de consultas atendidas por los servicios jurídicos del CIM, aunque si sumamos otros temas relacionados como gestión de ayudas, derivaciones a centros de acogida o atención a los hijos, el volumen de atenciones relacionadas con la violencia machista se eleva casi hasta el 20%.
Actualmente hay en Lucena 61 mujeres con ordenes de alejamiento dictadas por un juez como medida de protección frente a sus parejas, frente a las 53 del pasado año, lo que deja claro, que el problema de la violencia ejercida por hombres contra sus compañeras o parejas sentimentales, lejos de disminuir, va en aumento.
Ante estos datos, la concejal de la Mujer del Ayuntamiento de Lucena, Mar Morales, indicaba hoy a LucenaHoy que el dato numérico tiene dos vertientes: una negativa, la constatación de que la violencia de género es un problema que también afecta de forma directa a la sociedad lucentina, y otro positivo, "la evidencia de que crece el número de mujeres que denuncian a sus agresores, y que cada vez lo hacen antes, desde el momento en el que se manifiestan los primeros síntomas de una conducta agresiva hacia el entorno familiar", lo que para muchas de estas víctimas supone salvar la vida.
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