Pasadas las elecciones autonómicas, la maquinaria de los partidos se centra ya en las municipales que tendrán lugar dentro de dos meses. La tentación de 'extrapolar' esa palabra que surge cada noche electoral los datos de los comicios recién concluidos a unas hipotéticas municipales es demasiado fuerte para que obviemos hacerlo, como a buen seguro que también lo han hecho en cada sede electoral.
Con los resultados de ayer trasvasados a las municipales del 24 de mayo, el PSOE recuperaría la primera posición que hace cuatro años le arrebató el PP, aunque sin conseguir el reto de la mayoría absoluta y quedando obligados a pactar no con uno, sino con dos partidos.
El resultado de la aplicación de la Ley D'Hondt a los resultados de ayer nos ofrecería el siguiente paisaje: 8 concejales para el PSOE, que perdería uno sobre su situación actual; 7 para el PP, que perdería 2; 2 para Izquierda Unida, que cedería uno de los tres actuales y otros dos para Podemos y Ciudadanos. PSOE e IUCA no sumarían mayoría absoluta en este imaginario consistorio de cinco partidos, por lo que sería necesaria una tercera formación para garantizar un gobierno municipal estable.
¿Y SIN PODEMOS?
Dado que, hasta el momento, la presencia de Podemos en esas municipales es una incógnita, hemos hecho un último ejercicio de imaginación, considerando que sus votos se repartieran entre las restantes fuerzas políticas por igual, lo que nos dejaría a un PSOE con 9 ediles, seguido por el PP con 8 y dos para IUCA y Ciudadanos, resultado que sí daría una hipotética mayoría absoluta al actual cogobierno.
PUNTO DE PARTIDA
Son hipótesis de trabajo. Todos los partidos tienen por delante dos duros meses de trabajo para hacerse con el respaldo de los ciudadanos. El PSOE pone en valor el perfil moderado del actual alcalde, Juan Pérez, y una lista con muchos desconocidos de la política que no ha gustado a un sector de su electorado. El PP parte con el reto de dar a conocer a Francisco Huertas, un candidato con el sello de la derecha tradicional lucentina, inédito en tareas políticas y elegido de forma tardía y poco ortodoxa, sin participación de los afiliados, lo que puede agravar las tensiones inherentes a la realización de una lista electoral. Izquierda Unida presenta a un Miguel Villa que promete más de lo mismo y se apunta a la reedición del pacto, mientras mira con desconfianza a un Podemos que vuelve a deshojar la margarita de estar en las municipales tras el éxito de las Andaluzas. Y por último Ciudadanos, toda una novedad, que puede recoger a muchos desencantados más aún si no está Podemos con una lista virgen para la política local, que todo apunta encabezará Purificación Joyera, su actual portavoz.
Algunas de las incógnitas apuntadas se resolverán en los próximos días, otras deberán esperar dos meses, aunque antes de ello, tan pronto como se despejen las dudas de Podemos y Ciudadanos, ofreceremos a nuestros lectores la posibilidad de expresar su opinión en nuestra Encuesta Electoral.