"Vamos a por todas". De esta forma se ha referido esta mañana Eduardo Gómez, el presidente de la Comunidad de Regantes de Paño Cabezas, de la pedanía de Jauja, al estado de ánimo de los 240 comuneros que integran este colectivo de agricultores ante el inicio de una serie de movilizaciones que tienen como objetivo conseguir que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y el Ministerio para la Transición Ecológica autoricen su proyecto de almacenamiento de una pequeña parte del agua de lluvia procedente de escorrentías que transporte el Genil durante el otoño e invierno y que, invariablemente acaba en el mar, al no existir embalses de regulación aguas abajo, "salvo Cordobilla, que no sirve para nada porque está lleno de tierra".
El primer capítulo de esta serie de protestas tendrá lugar el próximo viernes, día 2, en Sevilla. Más de 300 personas, incluidos los comuneros, la totalidad de los partidos políticos del ayuntamiento de Lucena, los sindicatos UGT y CCOO y colectivos agrarios como ASAJA, UPA o FAECA, recorrerán los 800 metros que separan San Telmo de la Plaza de España, donde leerán un manifiesto ante la sede de la Confederación "para decirles que Jauja se muere sin este proyecto y que no podemos esperar más, viendo como nuestras cosechas se reducen cada año como consecuencia de la falta de agua", según ha explicado Gómez.
Los agricultores han presentado un recurso de reposición contra la decisión del Ministerio de desestimar su proyecto por parte, al considerar la CHG que la ampliación de regadíos entra en conflicto con el Plan de Cuenca de este cauce público, sin entrar sobre el fondo del asunto: el aprovechamiento de unas aguas procedentes de eventuales episodios de lluvia que provocan la crecida del río con un excedente que desemboca directamente al mar.
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"Queremos que lo estudien y reconsideren su postura, que cambien el Plan de Cueca si ese es el obstáculo. Si no es así Jauja está abocada al abandono de la tierra y del núcleo de población. No podemos labrar, los costes son muy superiores a la rentabilidad del cultivo y lo que pedimos es justo", afirma Eduardo Gómez, que advierte que, si no hay respuesta, los agricultores no se van a quedar de manos cruzadas y anuncia cortes de la carretera A318 entre Lucena y Puente Genil, el inicio de una huelga de hambre o el traslado de las protestas a Madrid.
Y es que Paño Cabezas no entiende que no puedan recuperar 0,8 de los más de 200 hectómetros cúbicos de agua que según sus estudios van a parar al mar cada año a través de un proyecto que no supone ningún coste para la administración, ya que sería financiado por ellos, y que, a su juicio, no solo respeta la biodiversidad, sino que incluso la apoya.
Eduardo Gómez ha sido la primera comunidad de regantes que ha puesto sobre la mesa una solicitud de este tipo, pero no es la única y ya se están constituyendo otras comunidades similares que solicitan a la administración que se modifique el Plan de Cueca para dar un uso a una pequeña parte de las aguas de lluvia que se producen entre el 15 de septiembre y el 15 de abril. En Jauja, con una población centrada en la agricultura, aseguran que les va la vida en ello.