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La empresa municipal de Suelo y Vivienda, SUVILUSA, comunicó a medio día de ayer su despido al gerente de la misma, Juan de Dios García. Según ha indicado a LucenaHoy el vicepresidente de la misma, Miguel Villa, la decisión le fue comunicada al interesado por el alcalde y consejero-delegado de SUVILUSA, Juan Pérez, el concejal de Personal, José Cantizani y el propio Miguel Villa.
El despido tendrá efecto a partir del próximo día 2 de mayo, considerándose los días restantes como periodo vacacional. Junto a la carta de despido, se presentó al ya exgerente de la empresa municipal un talón por el importe de la indemnización correspondiente a 20 días de salario por año trabajado, ascendiendo la cuantía final de la misma a algo más de 47.000 euros. No obstante, Miguel Villa ha señalado a LucenaHoy que García "no consintió en ningún momento en firmar el despido ni en recoger el talón" y anunció que recurrirá la decisión de la empresa municipal, adoptada en el marco del último consejo de administración. Ante esta situación el documento de despido le fue entregado contando con la presencia de dos empleados de la Gerencia de Urbanismo como testigos.
Según ha explicado Miguel Villa "las razones de este despido son fundamentalmente de índole económica". ElConsejo de Administración de SUVILUSA aprobó en diciembre de 2011 un plan económico para reducir gastos que se traducía en el mes de febrero en el despido, aludiendo a "causas objetivas", de la trabajadora social, un guarda de viviendas y unaaparejador. Juntoa la resolución de los contratos de tres de las siete personas que conformaban la plantillade Suvilusa, el consejo aprobó la rebaja en un treinta por ciento delsalario que percibía hasta ese momento el gerente en vigor desde el 1 de diciembre de 2011 y laabogada de la empresa, y la reducción a media jornada del conserje. Juan de Dios García se había mostrado contrario a este plan e interpuso un reclamación contra la decisión de rebajar su salario. Según ha explicado a LucenaHoy Miguel Villa "hace un mes y medio se hizo una nueva oferta económica que el trabajador tampoco aceptó". Se trata de concreto de una oferta de catorce pagas anuales de 3.100 euros brutos. El rechazo a este nuevo planteamiento habría motivado la pérdida de confianza del equipo de gobierno en el gerente, que se ha traducido ahora en su despido.
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