Las urnas han hablado y los resultados de las Elecciones Andaluzas son inamovibles. Conocidos los mismos llega el momento del análisis. La visión, como no podía ser de otra forma, es radicalmente distinta en función de la cosecha de votos obtenida. Para los que suben, los datos reflejan una tendencia extrapolable a cualquiera otra de las citas electorales de los próximos meses. Para los que salieron malparados de la convocatoria andaluza los datos son coyunturales y no deben ser tomados más alla del contexto regional y temporal en el que se han producido.
Es evidente que unas elecciones andaluzas no son unas municipales, que en el ámbito local nos conocemos todos y prima más la valoración del candidato y su lista electoral que las siglas políticas –solo hay que mirar a localidades como Cabra, donde el PP ni siquiera ha sido la fuerza más votada en estas elecciones autonómicas pese a la comoda mayoría absoluta de Fernando Priego–. A ello se suma que algunos partidos ni siquiera han designado candidato, el hecho incontrovertible de que en ciudades como Lucena entrarán en liza formaciones independientes incluso con representación municipal en la actualidad como Vicente Dalda y sus Vecinos por Lucena o la posibilidad de que el mal resultado de Adelante Andalucía pudiera deparar que Podemos e IU no concurrieran de forma conjunta.
Pese a todo ello, resulta imposible sustraerse a conocer que habría pasado si los resultados de este domingo en Lucena hubiesen sido los de unas elecciones municipales. ¿Quién gobernaría? ¿Que alianzas podrían tejerse? ¿Qué peso tendrían las minorías? ¿Quién tendría la llave en un consistorio fragmentado?.
Ese ejercicio es el que hemos hecho en este artículo. De la aplicación del Sistema D'Hont a los datos obtenidos ayer por las distintas formaciones políticas –teniendo en cuenta que solo se obtendría representación a partir de la obtención del 5% de los sufragios emitidos– resultaría la siguiente configuración del plenario lucentino: El PSOE sería la fuerza con mayor representación municipal. Sus 4826 votos darían para obtener 6 concejales. La escasa distancia en número de votos entre PP y Ciudadanos –4445 frente a 4202– no depararía diferencia en concejales entre ambas formaciones, que conseguirían 5 ediles cada una. No ocurriría igual entre Vox y Adelante Andalucía. Los casi 400 votos que separaron este domingo a estos dos partidos supondrían para Vox un total de 3 ediles, mientras que Adelante Andalucía se quedaría con 2.
Con este hipotético reparto de concejales el PSOE necesitaría un acuerdo a tres bandas para gobernar. La suma PSOE-Adelante Andalucía solo arrojaría 8 actas de concejal. Habría de buscar al menos el acuerdo con Ciudadanos. Por contra, el centro-derecha se iría hasta los 13 en caso de sumar todo. Incluso un pacto PP-Ciudadanos podría ser perfectamente viable, sin necesidad de que Vox tocase poder alguno.
Es evidente que este es solo un ejercicio de imaginación, hablar por hablar, aunque seguro que quien más y quien menos trabaja ya con esta hipótesis de trabajo, posiblemente impensable hace solo un par de días.
El tiempo lo dirá.