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El área de disciplina urbanística de la Gerencia de Urbanismo ha tramitado desde el pasado mes de agosto, coincidiendo con el cambio de gobierno municipal, más de 1.500 actuaciones o denuncias por infracciones urbanísticas, frente a las 36 registradas en los ocho primeros meses del año 2011. Según ha explicado a LucenaHoy el concejal de Urbanismo, Miguel Villa, la mayor parte de estas denuncias corresponden a infracciones en el casco urbano de la ciudad, y se sustancian en casos como ocupaciones de la vía pública, bordillos o rampas de entrada a cocheras no autorizados, edificaciones en estado ruinoso o con riesgos para el peatón, construcciones sin licencia o con licencias cuyo presupuesto real supera el declarado o solares en estado de abandono.
Según Villa, el incremento del número de expedientes tramitados se debe "exclusivamente, a unas instrucciones más claras de lo que se debe hacer y vigilar por parte de los trabajadores de la Gerencia que realizan tareas de policía urbanística y a la voluntad de este nuevo equipo de gobierno de que todos los ciudadanos cumplan las normas vigentes". Miguel Villa rechazaba tajantemente que tras este espectacular crecimiento de las denuncias por estos conceptos haya un interés recaudatorio del ayuntamiento, señalando que "si nos hemos dotado de unas ordenanzas urbanísticas y la mayoría de los ciudadanos y empresas las cumplen, es de justicia que a quien no lo hace se le obligue a actuar en igualdad con el resto".
Además, Villa ha indicado que no todos los expedientes implican una sanción económica. Según el edil lucentino "a la vista de los hechos denunciados, el coordinador de la Gerencia determina el archivo del expediente, su traslado a Servimán si fuese necesaria la participación de esta empresa municipal o la puesta en marcha de un procedimiento de regularización o de sanción, si existe una reincidencia en la infracción".
Por otra parte, Miguel Villa señalaba que ya ha quedado subsanado -sin menoscabo de posibles demandas por parte de los trabajadores el conflicto planteado por los dos funcionarios que se encargan del servicio de vigilancia urbanística, que se negaban a utilizar vehículos para el desarrollo de sus funciones tras serles retirado el plus salarial del que disfrutaban por este concepto. Según Villa, estos trabajadores han vuelto a usar los coches de la Gerencia para sus desplazamientos a las zonas de segunda residencia o a las ubicadas fuera del casco urbano, tras recibir un escrito del alcalde en el que se les indica que el uso del vehículo es inherente a sus funciones, algo con lo que estos se han mostrado en desacuerdo, al ni siquiera exigirse estar en posesión del carnét de conducir para las pruebas que debieron superar al obtener su plaza.
La vuelta a la normalidad en este sentido, ha propiciado que desde hace unas semanas las inspecciones se hayan ampliado a las pedanías lucentinas de Jauja y Las Navas y a las zonas industriales, residenciales y rurales del resto del término municipal de Lucena.
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