El pleno municipal aprobó este miércoles –por unanimidad– la moción de Ciudadanos por la que se acuerda iniciar el procedimiento para modificar nuevamente la “Ordenanza para la regulación del Comercio Ambulante en Lucena”, con la intención de negociar con los vendedores del mercadillo municipal una ubicación satisfactoria para todas las partes y subsanar algunas deficiencias detectadas en la redacción actual. Asimismo, la moción incluye el acuerdo de permitir a los vendedores que se instalen en el emplazamiento que venían utilizando hasta que se apruebe la nueva ordenanza, apelando para ello a "razones de interés público". Por tanto, todo parece indicar que el próximo miércoles los comerciantes volverán a montar sus puestos, tras tres semanas consecutivas sin hacerlo.
Hasta aquí el resultado de la moción. Pero llegar a la unanimidad no fue tan fácil. El tema generó un tenso debate –por momentos incluso crispado– entre los distintos grupos políticos municipales. Baste un dato: apenas cinco minutos antes de la votación, todo hacía pensar que sería rechazada, sobre todo tras anunciar su intención de abstenerse la única edil de Vox, Laura Sánchez. Su decisión conducía a un presumible empate entre el gobierno municipal y la oposición, que solo podía desestabilizar el alcalde con su voto de calidad. Sin embargo, tras el último turno de intervenciones, Sanchez daba un giro inesperado al debate, al anunciar su voto favorable a la moción. El PP quedaba en minoría y, finalmente, se sumaba a un acuerdo que pocos minutos antes parecía condenado al fracaso.
UN INTENSO DEBATE
Hasta llegar al momento de emitir el voto se dijeron muchas cosas en el salón de plenos. Primero, el edil de Mercados, Fran Barbancho, pidió la retirada del punto el orden del día, afirmando que la negociación que pedía Ciudadanos en su moción ya está en marcha y existe un compromiso del alcalde con los vendedores para estudiar otras ubicaciones alternativas.
Pero Jesús López, portavoz de Ciudadanos, rechazó la petición y solicitaba al resto de grupos que diesen "un paso adelante para ayudar a los vendedores", permitiendo su vuelta al trabajo en el trazado anterior de forma provisional, hasta tanto se alcanza un acuerdo definitivo, opción que este mismo martes no quiso aceptar el PP en su reunión con los comerciantes.
El concejal no adscrito, Francisco de Mora, hizo referencia a la "incapacidad del equipo de gobierno para buscar consensos". Miguel Villa (IU) explicaba al PP que "aunque tenga legitimidad para tomar decisiones, es la suya una forma errónea de gobernar" y Alberto Lora (PSOE) recordaba que su grupo ya había anticipado el peligro de que los vendedores se plantaran ante la decisión de aprobar una ubicación "con la que el 100 por ciento estaban en desacuerdo". El único oxígeno le llegaba al equipo de gobierno de Vox, con el anuncio inicial de su abstención.
En respuesta a todos ellos, Francisco Barbancho reiteraba que la negociación que buscaba Ciudadanos con su moción ya se ha iniciado, que la ordenanza está "viva" y se puede modificar y que la postura que ha defendido el equipo de gobierno es la aprobada por el propio pleno a propuesta del PSOE en 2022, avalada por distintos informes técnicos y de seguridad.
Todo parecía perdido para Ciudadanos y su portavoz arremetió contra el PP, hablando de su "enorme decepción" y de la "injustificable terquedad" de los populares, asegurando que "han venido a poner orden y han creado un problema innecesario" y recordando que, según consta en un acta de 2022, de 77 vendedores consultados, 74 votaron por quedarse en la ubicación que ahora reclaman. En cuanto a Vox, López habló de "postura absolutamente decepcionante". Las palabras del portavoz naranja fueron jaleadas por la decena de vendedores que asistían al pleno, haciendo necesaria la intervención del alcalde para reclamar orden.
Después llegaría el cambio de voto de la única representante de Vox y más aplausos. Ahora resta por ver si las negociaciones avanzan hacia buen puerto y cuánto tardan los interlocutores en culminar la travesía, pero, entre tanto, los vendedores volverán a vender sus mercancías en el sitio que consideran idóneo y del que no desean moverse.