El ayuntamiento de Lucena espera que este año sea el definitivo para llevar a cabo la compra de los suelos sobre los que se asienta la ciudadela íbero-romana de Morana. Así lo indicó ayer la portavoz del PSOE, Teresa Alonso, en el pleno municipal, afirmando que la actuación solo está pendiente de que se eleve a público el expediente de segregación de los terrenos del yacimiento, del resto de la finca en la que se encuentran y se ejecute el contrato de compraventa.
Alonso señaló que el acuerdo con el propietario es total, y la venta se sustanciará mediante tres pagos en otras tantas anualidades, correspondiendo a este año el menor de ellos, con 32.378 euros –incluida una partida de 22.000 euros consignada en presupuestos y otra de 10.378 procedente de remanentes–. Otros 107.622 euros se pagarán en la anualidad 2024 y los 100.000 restantes en 2025, completando un pago total de 240.000 euros.
Juan Pérez afirmó que el acuerdo con el dueño de la parcela ha sido en todo momento muy cordial y gracias a su excelente disposición, en esta primera anualidad solo percibirá las cantidades suficientes para hacer frente a los gastos ocasionados por el proceso de compraventa, posibilitando ya que el consistorio tome posesión de los terrenos.
¿QUE ES MORANA?
Situada en la carretera de Jauja, y catalogada como Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía desde hace más de veinte años, la adquisición y puesta en valor de esta fortificación íbero-romana, que se extiende sobre una superficie de unas 15 hectáreas, está en la agenda del Consistorio lucentino desde hace décadas. La positiva experiencia que ha supuesto la puesta en valor de otros yacimientos similares en el sur de la provincia como Torreparedones en Baena, el Cerro de las Cabezas en Fuente Tójar, Cerro de la Cruz y El ruedo, en Almedinilla, o la villa romana de Fuente Álamo en Puente Genil, han animado a sucesivos equipos de gobierno a abordar este proyecto.
El ayuntamiento llevó a cabo en 2006 el deslinde de los terrenos, la planimetría de la zona y la valoración económica de los cuatro sectores en los que se divide, e inició un expediente de segregación para facilitar un acuerdo con los propietarios de esta zona arqueológica, aunque la mayor parte del terreno corresponde a un solo dueño, residente en Córdoba, con el que se ha cerrado el acuerdo.
Juan Pérez recordaba recientemente que sería interesante poder cerrar esta compra, tanto por el valor histórico y patrimonial de los terrenos como por su componente paisajístico y de ocio y las oportunidades que ofrecería para el turismo en los próximos años, una vez excavado. Para ello se podría contar con escuelas-taller, talleres de empleo, personal de programas de empleo como el Emplea Joven o campamentos de verano.