Los alfolíes ducales de El Coso y el palacete barroco de la calle Condesa Carmen Pizarro podrían convertirse en sede de la Escuela Municipal de Música y Danza "Araceli Carrillo". Así lo explicó el concejal de Urbanismo, César del Espino, en el transcurso de la sesión plenaria celebrada este martes en el Ayuntamiento de Lucena.
Del Espino señaló que desde Urbanismo se trabaja en la elaboración de un anteproyecto de esta actuación, centrado en este momento en conocer si los edificios cuentan con las características idóneas para albergar un centro educativo de las características de la Escuela Municipal de Música y Danza. La intención municipal es completar esta fase con la redacción del proyecto básico y el de ejecución, que permitirán conocer el coste de la adaptación de estos dos inmuebles históricos a este nuevo uso. Según ha indicado César del Espino, "lo importante es que podamos contar con un proyecto que permita a la próxima corporación planificar la financiación de las obras, que será bastante costosa".
Paralelamente a la realización de este estudio previo, desde Urbanismo también se trabaja en el expediente para la compra de un pequeño patio interior de apenas 35 metros cuadrados, que conecta los dos inmuebles. Existe un segundo patio, de menores dimensiones, que también debería ser adquirido, aunque el proceso de compra va más lento al no haber podido concretarse la propiedad del mismo.
DOS COMPRAS OBLIGADAS
El edificio de los "alfolíes" ducales tuvo que ser adquirido por el Ayuntamiento de Lucena en marzo de 2017 por 595.885 euros, justiprecio establecido por la Comisión Provincial de Valoración. Cuenta con tres plantas, baja más dos, con una superficie de 800 metros cuadrados. A esa inversión se sumaron 107.000 euros para adquirir el actual acceso desde El Coso.
El edificio, vinculado a la casa ducal de Medinaceli, tuvo durante dos siglos un uso de almacén de grano, como aún atestiguan algunos de los elementos que conectan sus distintas plantas. De planta basilical, sus características permiten ubicarlo en el estilo barroco tardío, y pudo ser edificado en su estructura actual en la primera mitad del siglo XVIII. Tiene planta rectangular, dividiéndose en tres naves, separadas por gruesos pilares rectangulares con esquinas achaflanadas y cubiertas por bóvedas de arista. La primera planta fue dañada en la Guerra Civil, siendo reconstruida posteriormente. Bajo la primera planta se conserva una red de cámaras de aire de la que se desconoce su extensión y función concreta.
Por su parte, el palacete barroco situado en el número 8 de la calle Condesa Carmen Pizarro, fue adquirido en junio de 2018 por 576.113 euros, cantidad fijada por la Comisión Provincial de Valoración. Ocupado hasta su enajenación como vivienda en su planta superior y utilizado como local de copas en planta baja, aparece definido en el Plan General de Ordenación Urbana como "antiguo palacio, modificado el interior, que comunica con la antigua Tercia, con fachada de dos plantas, bastante modificada en planta baja donde se abre una puerta adintelada entre pilastras y balcón en planta principal a eje con la puerta y cierre" que responde a características constructivas y estilísticas del estilo Barroco pleno, fijando su construcción entre los siglos XVII y XVIII. La misma ficha urbanística indica que "la fachada, de fábrica de ladrillo, está bien resuelta, siendo una muestra más del barroco civil lucentino" y destaca como elementos de interés del inmueble "la portada y huecos de planta alta con sus elementos decorativos".
El ayuntamiento se vio obligado a comprar estos dos inmuebles tras solicitar sus propietarios la expropiación de los mismos, al gozar ambos de protección integral en el PGOU. A la obligación de adquirirlos se suma también la de mantenerlos y evitar su deterioro.