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MANUEL GÓNZALEZ
Lucena cuida de uno de sus más valiosos tesoros. Un cuantioso público acompañó, en la noche de este sábado, a la familia de la Asociación Comarcal de Discapacitados Virgen de Araceli (Amara) en la celebración de la verbena de su Club de Ocio y Tiempo Libre. Los asistentes contribuyeron, a través de las consumiciones en una barra gestionada por voluntarios, al sustento de una herramienta que persigue la integración de las personas con discapacidad intelectual.
Lucena cuida de uno de sus más valiosos tesoros. Un cuantioso público acompañó, en la noche de este sábado, a la familia de la Asociación Comarcal de Discapacitados Virgen de Araceli (Amara) en la celebración de la verbena de su Club de Ocio y Tiempo Libre. Los asistentes contribuyeron, a través de las consumiciones en una barra gestionada por voluntarios, al sustento de una herramienta que persigue la integración de las personas con discapacidad intelectual.
Desde las 22:00 horas, el patio cordobés de la citada institución comenzó a acoger a los concurrentes y los residentes de Amara los recibían con cariño y signos de agradecimiento. El lugar donde se desarrolló la verbena fue decorado con esmero por los integrantes de Amara que atendían y sonreían a todos los que se encontraban a su paso.
La decimosexta edición de la verbena del Club de Ocio y Tiempo Libre, una de las divisiones de Amara, volvió a demostrar que sus beneficiarios son superdotados en valores humanos, en ganas de vivir y en el aprovechamiento cada momento.
A lo largo de la noche, se contemplaron diversas actuaciones, se escuchó música en directo, se participó en el sorteo de regalos y se disfrutó de unas horas amenas y enriquecedoras. Los grupos Fusión Alma, Acuarela de Barrios y La Yuca intervinieron en el escenario que presidió la velada. La fiesta concluyó pasada la medianoche y, seguramente, los ocupantes de la extraordinaria residencia de Amara ya soñaron con la verbena del año próximo.