.
MANUEL GONZÁLEZ
La Educación pública no es gratuita. Al menos, no en su totalidad. Las familias de los alumnos que en estos días inician el curso escolar en Infantil y Primaria han de enfrentarse a una serie de gastos que, en las actuales circunstancias, implica un desembolso relevante, y en algunos casos inasumibles, para los padres. No obstante, los estudiantes andaluces de Primaria, y también de Secundaria, no han de pagar por sus libros de texto puesto que la Junta de Andalucía desarrolla un programa mediante el cual proporciona los manuales a los alumnos matriculados en centros sufragados con presupuestos públicos.
La Educación pública no es gratuita. Al menos, no en su totalidad. Las familias de los alumnos que en estos días inician el curso escolar en Infantil y Primaria han de enfrentarse a una serie de gastos que, en las actuales circunstancias, implica un desembolso relevante, y en algunos casos inasumibles, para los padres. No obstante, los estudiantes andaluces de Primaria, y también de Secundaria, no han de pagar por sus libros de texto puesto que la Junta de Andalucía desarrolla un programa mediante el cual proporciona los manuales a los alumnos matriculados en centros sufragados con presupuestos públicos.
Por lo tanto, y aun siendo una cantidad variable, la media que una familia ha de destinar al material escolar por niño se sitúa alrededor de los 100 euros en Primaria y los 150 en Infantil, según la valoración de Diego Cañete, gerente de la Librería Papelería Cañete.
En Lucena, todos los centros de Primaria y Secundaria son públicos, excepto el Colegio La Purísima, que es concertado. En cualquier caso, todos ellos perciben dinero de la Administración Andaluza y están incluidos en el sistema mediante el cual la Junta facilita los libros a los alumnos.
Normalmente, a los niños de Primero y Segundo de Primera, se les entrega un cheque-libro. Estos vales se intercambian por libros en las Librerías. El motivo que provoca que los textos en estos cursos solo duren un año es que, a esas edades, los niños escriben o colorean en sus propias páginas.
A partir de Tercero y hasta Cuarto de ESO, los manuales rotan en los centros educativos y únicamente se renuevan cada cuatro años. Así, y salvo el Colegio La Purísima, que sí obliga a sus escolares a vestir uniforme, el único pago específico que han de asumir las familias lucentinas en el mes de septiembre es el referente al material escolar.
Esta iniciativa de la Junta de Andalucía, igualitaria para todas las unidades familiares, constituye una sustancial ayuda puesto que el gremio de editores calcula que el gasto medio por alumno en libros de texto es el siguiente: 71,45 euros para el tramo de Infantil; 116,31 euros en Educación Primaria, y 103,29 euros en Educación Secundaria Obligatoria. De la misma forma, se mantienen los precios públicos de escuelas infantiles, comedores y actividades extraescolares
A pesar de ello, el duradero desastre económico impide a muchas familias abordar con tranquilidad estas adquisiciones. Por ello, en los últimos tiempos, los bazares orientales han sustituido en muchos casos a las tradicionales papelerías, donde las largas colas de antaño a mediados de septiembre ya forman parte de un pasado más favorable.
Además, es creciente la reutilización de los lápices, ceras, rotuladores o cuadernos que ya estaban en casa. Los diferentes colegios indican a sus alumnos en una lista el material escolar necesario para cada curso. Algunos centros lo publican al final del curso anterior con el objetivo de que haya más tiempo para conseguirlo. En cualquier caso, resulta habitual, según los empresarios de las Librerías y Papelerías, que esas relaciones de artículos aparezcan en sus negocios con varios puntos en negro, lo que significa que han sido logrados por otros medios.
Recientemente, la Junta de Andalucía se ha posicionado en contra de los cuadernos complementarios para asignaturas como Inglés, Plástica o Lengua puesto que únicamente servían un curso académico. Igualmente, los centros educativos también intentan reducir sus peticiones.
En estos días, el trabajo en las Papelerías lucentinas es intenso, aunque se añora aquellos tiempos en los que había que incrementar ampliamente la plantilla. Esta semana un total de 4.700 alumnos lucentinos han comenzado su temporada escolar. De esta cifra, 3.150 lo hacen en Primera y 1.550 en Infantil. De estos últimos, 550 se adentrarán por primera vez en esos lugares que con cariño se denominan clases.
Aparte de estos datos concernientes al material escolar, los expertos de la Organización de Consumidores y Usuarios estiman que el mes de septiembre provoca a las familias un gasto de 600 euros por niño. Sin embargo, la coyuntura presente obliga a muchos padres a descartar diversas compras previstas.