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La imagen de Santa Teresa ha paseado esta tarde y noche por las calles del barrio de Santiago y El Poli, poniendo colofón a los cultos organizados por su cofradía durante los últimos días. A las siete de la tarde partía desde la iglesia parroquial de Santiago Apostol el paso procesional, acompañado por la Agruapación Musical de la Santa Vera-Cruz de Castro del Río.
La joven cuadrilla de santeros que mandaba Rubén Jímenez, ha procesionado la imagen de la Santa de Ávila, fundadora de la Orden de Carmelitas Descalzas, sobre su precioso trono de madera tallada, con adorno floral de gladiolos rosas y azucenas blancas. En uno de los faroles y en las túnicas de los santeros podía verse un crespón negro en señal de luto y recuerdo de Rafael Mora, quien fuera Hermano Mayor de la Cofradía de la Soledad, muy vinculado también a esta cofradía y por el familiar de dos de los santeros de la cuadrilla, fallecido recientemente.
La procesión ha cubierto el itinerario formado por las calles Álamos, Peñuelas, Montemayor, Avenida Blas Infante, en dirección al Pabellón Cubierto hasta llegar al Convento, Barriada de Santa Teresa y nuevamente calle Montemayor, ya de vuelta, por las calles Juego de Pelota y Santiago.
Los actos se han completado con un triduo, celebrado en el parroquia de Santiago desde el pasado miércoles y hasta ayer viernes, predicado por Francisco Roldán, párroco y consiliario de la Cofradía y el solemne pregón, que pronunciana en la noche del viernes Javier Reyes Ávila, que se estrenaba como pregonero, y que fue presentado por Juan Carlos Jurado García, que el próximo año tiene encomendada la difícil labor de pregonar la Semana Santa de Lucena.
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