La historia del misterioso "gigante" de la Perla de Sefarad salta a las páginas de El País

La revista especializada Anthropologischer Anzeiger publica en su último número el caso de un "gigante" cuyos restos aparecieron durante la excavación de la necrópolis de la ronda Sur en el año 2006, y que habría vivido en la  Lucena judía de mediados del siglo XI, según los resultados de las dataciones con carbono 14 realizadas en la zona

28 de Marzo de 2015
Comparativa entre ls mandíbulas del "gigante" de la necrópolis judía de Lucena y otro individuo normal de la misma.

 

La revista especializada Anthropologischer Anzeiger publica en su último número el caso de un "gigante" cuyos restos aparecieron durante la excavación de la necrópolis de la ronda Sur en el año 2006, y que habría vivido en la  Lucena judía de mediados del siglo XI, según los resultados de las dataciones con carbono 14 realizadas en la zona.
 
Los restos de este gigante, que podría haber muerto a los 30 años de edad, con una altura de unos dos metros, fueron hallados en la tumba signada como TB-5.
 
Según publica hoy el diario El País, la maquinaria usada para construir la carretera se habría llevado por delante sus piernas, por lo que no es posible conocer su estatura exacta. Sin embargo, los científicos hallaron una mandíbula cuyo descomunal tamaño sugiere "un probable caso de gigantismo".
 
Según el estudio publicado en Anthropologischer Anzeiger el individuo muestra un craneo muy grande y grueso, pronunciados cantos supraorbitales, una protuberancia occipital muy prominente y una mandíbula enorme, de 10 centímetros de altura, frente a los 7,5 de media del resto de esqueletos hallados en la necrópolis.
 
Según El País, "el equipo de científicos que ha analizado sus restos compara el caso con el de Cornelius Magrath, un gigante irlandés que vivió entre 1736 y 1760. Era tan alto que, cuando murió, los alumnos del Trinity College de Dublín, la universidad más antigua de Irlanda, robaron su cadáver para estudiarlo. Se levantaba 2,17 metros sobre el suelo. Su mandíbula medía 11,3 centímetros".
 
El gigantón de la Perla de Sefarad padeció probablemente una enfermedad rara denominada gigantismo en los niños y acromegalia en los adultos. Sus huesos fueron estudiados en 2011 por un equipo de la Universidad de Granada, y reinhumados el 18 de diciembre del mismo año junto al resto de los encontrados en la necrópolis, en virtud del acuerdo alcanzados en su día entre el ayuntamiento de Lucena y la Asociación de Comunidades Judías de España.
 
Según el estudio publicado en Anthropologischer Anzeiger, el gigante de Lucena padecería un trastorno endocrino raro causado por la hipersecreción de la hormona de crecimiento durante el periodo de crecimiento. Los individuos con este trastorno tienen un enorme crecimiento en altura y cambios degenerativos asociados. La continuada hipersecreción de la hormona de crecimiento durante la vida adulta conduce a la acromegalia, una enfermedad relacionada con el crecimiento desproporcionado del hueso del cráneo, manos y pies.
 
Según la revista alemana este caso es una contribución importante en la literatura paleopatologica porque es una condición rara que no se ha documentado ampliamente en restos óseos antiguos.
 
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