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"Jesús Cautivo y Rescatado es una de las imágenes que más advocaciones, seguidores y devotos tiene en todo el mundo". Jesús Sánchez Adalid embelesó a los presentes en la iglesia Madre de Dios con una exquisita dicción y una pedagógica intervención. El sacerdote y escritor extremo se desplazó hasta Lucena para presentar su última novela titulada Treinta doblones de oro. En ella, según el autor, se cuenta "la verdadera historia del Cristo de Medinaceli".
El hermano mayor de la Cofradía Franciscana de Pasión, Jorge Roldán, abrió el acto y calificó de "inmensa suerte" para su hermandad el acontecimiento que protagonizó Jesús Sánchez Adalid. Al afamado novelista lo acompañó fray Joaquín Pacheco Galán, guardián del convento de los Padres Franciscanos. A ambos les une una entrañable y antigua amistad.
Elisa González Palma de Huertas introdujo a Jesús Sánchez Adalid. La presentadora dijo que le agradecía en el alma a la cofradía haberle encomendado la misión de preceder al escritor. Destacó "la capacidad de trabajo" de una persona que "lo abandonó todo para hacerse sacerdote cuando el Señor lo llamó".
Por otro lado, desveló que supo de su existencia en el año 2000, a través del espacio televisivo de La 2 "Últimas preguntas". Posteriormente, hubo llamadas constantes para felicitarlo por sus "magníficas y documentadísimas novelas históricas". Del mismo modo, aseguró que "se bebe" sus libros y se mete intensamente en ellos. Por último, expuso la colaboración de sus hermanos y sus hijos para leer sus libros y mantener el contacto con Jesús Sánchez Adalid.
"Es una auténtica lástima que la gente no conozca nuestra historia ni las vicisitudes y las aventuras que hay detrás de Jesús de Medinaceli", señaló el autor. En Treinta doblones de oro se cuenta una historia que se desenvuelve en los finales del siglo XVII español, época bautizada como "La decadencia de los Austria" o "La decadencia del imperio español".
El argumento comienza en Sevilla y trata del descenso económico de la ciudad, en un momento en el que el puerto y el monopolio de ultramar se trasladaron hacia Cádiz. Allí empieza una historia curiosísima que acabará siendo el relato de Jesús de Medinaceli. "Nada tiene que ver con la ciudad soriana de Medinaceli, sino que realmente su nombre es Jesús Cautivo y Rescatado", aclaró Jesús Sánchez Adalid.
"La imagen que se venera en Lucena pertenece, como tantas otras, al mismo origen. La iconografía de la talla incluye todos los signos propios del Cristo de Medinaceli al que se le rinde culto en tantos lugares", manifestó el párroco extremeño.
Treinta doblones de oro está inspirada en la España del siglo XVII y narra la historia del Cautivo de Medinaceli, arrebatado en el año 1681 a la guarnición española de La Mamora. Sánchez Adalid es considerado un escritor de obras de referencia en el género de la novela histórica. Su última creación traslada a los lectores a la España de finales del siglo XVII y ofrece un relato plagado de aventuras, amor, fe y picaresca.
El argumento surgió el día que el escritor, camino de Barcelona, decidió hacer un alto en el camino y detenerse en el municipio castellano-leonés de Medinaceli. Subió a la zona alta de la ciudad y preguntó por la relación de la localidad con la famosa imagen que cada viernes se venera en la Basílica de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli de Madrid. La decepción al constatar que no existía ningún vínculo entre la ciudad y el Cristo encendieron en un "cura de pueblo" una fuerte curiosidad por la historia de Jesús de Medinaceli. Sánchez Adalid investigó numerosas fuentes, entre ellas, los archivos de la Orden de los Trinitarios, que fueron los que rescataron la imagen.
Jesús Sánchez Adalid nació en Don Benito (Badajoz) en julio de 1962. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Extremadura y doctor en la misma materia por la Universidad Complutense de Madrid. Ejerció de juez durante dos años y, posteriormente, estudió Filosofía y Teología. Asimismo, es licenciado en Derecho Canónico por la Universidad Pontificia de Salamanca y, actualmente, es el párroco de un pueblo del sur de Badajoz, concretamente de Alange.
A lo largo de su carrera, caracterizada por su sobresaliente rigor en los hechos y en las descripciones, ha ganado varios premios como el Fernando Lara, por El alma de la ciudad, o el Alfonso X el Sabio, en 2012, por Alcazaba. Otras obras como El camino mozárabe o Los milagros del vino también han logrado una notable aceptación.
MANUEL GONZÁLEZ