"El arte en Lucena no está bien valorado". Es la impresión de Jorge Torres, presidente de la Asociación Borococo, cuyo índice de popularidad ha aumentado en los últimos días tras publicitarse a través de las redes sociales la intervención que realizaron en la calle Capote: "Pasábamos bastante por allí y nos dimos cuenta que era un lugar muy deteriorado y olvidado, por eso decidimos darle un poco más de vida a través del color".
Con el beneplácito de los dueños del gimnasio que linda con la calle, este colectivo artístico, compuesto por varios amigos desde hace apenas un mes, creó magia sin ningún tipo de rédito económico: "Ha sido un trabajo por amor al arte orientado al deporte ya que estaba al lado de un centro deportivo, aunque no quisimos ponerle ningún límite a la creatividad".
Este es un claro ejemplo de cómo se puede revivir un espacio público a través del arte; de cómo una calle que anteriormente era conocida por su suciedad y su aspecto de abandono hasta el punto de que los viandantes la evitaran, ahora se ha convertido en un camino digno de recorrer e incluso de detenerse para observar y admirar la obra creada por estos artistas en los pequeños nichos que adopta el muro, como si de una galería de arte se tratara.
Detrás de este trabajo están P. Recomienda, Rocío Montes, Cisco Espinar, Anita Montes, Rafa Ruiz, Ana Suanes, Molodoy
Jorge Torres, Fernando Some y Antonio Viso, que no dudaron en tomar los muros como lienzo para expresarse con pinceles, acrílicos y botes de spray graffiti.
Aún así, no se trata de la primera obra que lleva la firma de estos artistas: "Llevamos mucho tiempo practicando esta disciplina en Lucena, desde exposiciones hasta mercadillos u otros murales en la calle Jaime o en la calle Flores, entre otros muchos". De hecho los componentes de este colectivo suelen actuar por separado, aunque su reciente obra ha supuesto un punto de inflexión: "Nos hemos dado cuenta que juntos podemos tener más fuerza para hacer grandes proyectos".
Borococo, nombre basado en un término andaluz referido al desorden, pretende llamar la atención de los artistas más jóvenes de Lucena para que se integren en la asociación y así darlos a conocer en un momento crucial para el arte: "La cultura hizo que el confinamiento no fuese tan duro en muchos hogares, tanto como forma de entretenimiento como de una posible salida laboral". La obligación de quedarse en casa también fue un buen momento para que Jorge y sus compañeros confeccionaran el material que próximamente expondrán en Lucena y sus alrededores.
El siguiente destino para Borococo será las Navas del Selpillar, aunque también tienen en mente otros proyectos dentro de Lucena. Una ciudad que, según Jorge Torres, solo valora el arte cuando se ve terminado: "No sabemos qué pasará a partir de ahora, pero de momento no hemos sentido el apoyo de las autoridades". Para revertir esta situación, el presidente de Borococo propone que el Ayuntamiento lance iniciativas para presentar obras de calidad y así mostrárselas a la gente; precisamente de eso se nutre Borococo: "Nuestra mayor satisfacción llega cuando nuestro trabajo es apreciado por los demás".
Os dejamos algunas imágenes de este último trabajo que ha cambiado la imagen de suciedad de la calle Capote por una suerte de galería urbana, dignificando un entorno degradado y covirtiéndolo en un espacio agradable en el paseo por el casco histórico de la ciudad.