¡Tenemos un final feliz!. Blavet ha aparecido y ya va camino de Valencia, para reunirse con Ona y Martina, las dos niñas de 3 y 7 años de edad que lo habían perdido el pasado día 18 mientras realizaban una ruta de tres días en bicicleta por la Vía Verde, y que escribieron a nuestro periódico solicitando la colaboración de los lectores para intentar dar con su paradero.
No pasaron ni 24 horas desde la publicación del artículo sobre su extravío y Blavet ya estaba a buen recaudo. Esta historia 'pequeña', intrascendente si quieren, pero cargada de ternura, fue lo más leído del día de ayer. Más de 15.000 personas supieron de ella a través de nuestro periódico y de las redes sociales y casi doscientas compartieron el enlace en Facebook.
Un buen amigo de nuestro periódico, Mario Flores, con su perra Becky, como otros lucentinos y lucentinas, salieron a buscar al peluche por la Vía Verde y lo encontraron "tomando el sol en un olivo junto al edificio de la estación". Alguien lo había encontrado antes que ellos en el suelo y lo había colocado allí.
Toni, el padre de Ona y Martina, nos llamaba ayer para contarnos que habían contactado a través de las redes sociales con cualquier colectivo que llevase el nombre de Lucena –incluida de la ciudad homónima de Filipinas– e incluso llamaron a la policía local, tras obtener alguna respuesta que situaba al peluche en el entorno del cruce de Cabra.
"Mis hijas y yo estamos doblemente encantados, de una parte por el hallazgo y, de otra por mover una historia tan bonita, que va más allá del propio hecho y se centra en el buen corazón de todas las personas que han leído, compartido e intentado hacer algo para que acabara bien, es una historia de personas con sentimientos. ¡Muchas gracias!. Lucena y vuestro diario serán algo muy importante para nuestras vidas por siempre. ¡Son historias de viaje que me encantan y compartirlas con mis pequeñas es genial, para que vean donde puede llegar el potencial humano!", explicaba Toni a nuestro periódico, satisfecho por el desenlace de esta "aventura" de encontrar a Blavet gracias a las redes sociales y desde tantos kilómetros de distancia, en una situación en la que muchos ni siquiera lo habrían intentado.
También a nosotros nos encanta haber podido contribuir, con la ayuda de nuestros lectores, a que todo acabe bien. En unas horas Balvet estará en los brazos de Ona, la pequeña de la familia, "que lo heredó de su hermana" y para quien este sencillo peluche es "un peluche de esos a los que se quiere mucho" y "casi como uno más de la familia". Gracias a todos por vuestra colaboración.