En el pasado mes de julio tuvieron lugar las Pruebas Evaluación Bachillerato para Acceso a la Universidad (PEvAU), lo que hace años era la Selectividad. Poco después los alumnos obtenían los resultados de sus exámenes. Un alumno lucentino, Ignacio Pineda Delgado, ha obtenido este año una de las notas más altas de la provincia de Córdoba y la mejor en la historia, todavía reciente, de su instituto, el IES Sierra de Aras. Su media de Bachillerato, un 9,95, y la media de PEvAU un 9,875, hacen un 9,920, que con las materias específicas se queda en 13,870 puntos como calificación final y total.
A Ignacio le gusta la naturaleza y el deporte. Pádel y baloncesto son las actividades que más practica. Siempre tuvo claro que quería dedicarse a las matemáticas, hasta que su inquietud por el mundo de la tecnología se interpuso en su camino. Por eso el próximo año, la Universidad de Málaga contará con este joven lucentino entre sus alumnos de Ingeniería Informática. El ejemplo que supone su trayectoria académica hasta el momento nos han llevado a conversar con Ignacio.
– ¿Qué se siente al ser una de las mejores notas de la provincia de Córdoba?
– Al principio fue algo que me sorprendió bastante. Cuando hice los primeros exámenes sabía que me habían salido bien, pero no me esperaba que fuese una nota tan alta. La verdad es que ha sido una alegría, tanto para mí como para toda mi familia, saber que todo el esfuerzo que he puesto tanto en este último año como en toda mi etapa educativa ha valido la pena y se ha visto reflejado en esta prueba.
– Las horas previas a conocer una nota como la de PEvAU son difíciles. El alumno sabe que se juega mucho. ¿Cómo fue la espera?
– Pues estuve toda la noche levantándome, pendiente de si había salido ya la nota. Y ya ese día, veinte minutos antes, me desperté, miré la nota yo solo y empecé a pegar saltos. Luego se lo conté a la familia y la verdad que fue un momento muy bonito.
– ¿Confiabas en una nota tan elevada?
– La verdad es que no. Había hecho buenos exámenes pero nunca tienes la certeza y la seguridad de que no has cometido ningún fallo. Piensas si se te habrá olvidado contestar algo o le habrán gustado al corrector las respuestas. Había muchos factores que no sabía cómo iban a afectar. Pero al final ha ido de la mejor manera posible.
– Ha sido un año escolar atípico a consecuencia del coronavirus y tanto los exámenes finales como la selectividad os las habéis tenido que preparar desde casa. ¿Cómo te ha ido?
– Al principio era algo raro y, sobre todo –yo creo que la mayoría de los alumnos lo compartirán conmigo– fue un poco difícil, ya que no sabíamos cómo iba a ser esa nueva forma de estudiar ni de trabajar. Y no lo sabíamos ni nosotros ni los propios profesores. El inicio fue un poco caótico. Sin embargo, ya a partir de la segunda semana la cosa comenzó a estar más tranquila, más relajada y los profesores empezaron a ser más comprensivos con nosotros y nos facilitaron muchísimo la situación.
– ¿Sentiste mucha presión?
– Yo pensaba que iba a tener más, porque soy una persona bastante perfeccionista y me gusta tenerlo todo siempre muy controlado, pero los profesores me habían preparado bastante bien a lo largo del curso y la última semana repasando para Selectividad veía que me acordaba de todo bastante bien, así que tenía bastante confianza en mí mismo y al final no me puse nervioso en los exámenes y eso me ayudó bastante.
– ¿Cuál fue tu sensación al terminar los exámenes?
– El primer examen fue el de Lengua e iba más nervioso. Pero una vez que me dieron la prueba ya se me fueron los nervios. El final ya lo hice más relajado y con una sensación de tranquilidad y de pensar "se acabó el estrés".
– También fueron raros los propios exámenes, las medidas de control... ¿Cómo te enfrentaste a esta situación añadida?
– Lo hicieron bastante bien. Cuando entrábamos al examen, siempre nos echaban gel hidroalcohólico y las mesas estaban dispuestas para cumplir con la distancia de seguridad. Lo que más temíamos era al uso de la mascarilla durante el examen, ya que era algo agobiante y tenías la sensación de no poder respirar libremente. Pero una vez que te concentrabas en el examen y en escribir, se te olvidaba que la tenías y no suponía una carga que influyera en tu rendimiento.
– ¿Qué vas a estudiar y por qué te has decidido por esa carrera?
– Estudiaré Ingeniería Informática en la Universidad de Málaga. Desde pequeño siempre me han interesado las Ciencias y este tipo de campo. Aunque en la ESO y Bachillerato tenía pensado estudiar Matemáticas, poco a poco me fue llamando la atención el ámbito de la tecnología y, sobre todo, viendo las salidas que tiene Ingeniería Informática, pues fue la que terminó gustándome más. Y por mis compañeros y otras personas que he conocido que han estudiado esta carrera, al final me animé a elegirla.
– ¿Qué sensaciones tienes para tu primer año de carrera?
– Estoy bastante animado por ser una nueva experiencia. Además, el hecho de empezar a estudiar lo que verdaderamente te gusta y que vas a indagar en nuevos campos, pues es algo bonito y que me apasiona. Estoy bastante feliz para comenzar esta nueva etapa. Sé que será difícil y habrá que seguir trabajando como hasta ahora pero asumo el reto.