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MANUEL GONZÁLEZ
El Colegio de Abogados de Lucena vive en plena ebullición. El crecimiento en número de miembros en un año ha sido formidable y todavía se prevé que hasta el final del presente mes los colegiados aumenten considerablemente. El principal motivo de esta inusitada progresión es la Ley 34/2006, de 30 de octubre, denominada Ley de Acceso a la Abogacía. Los licenciados en Derecho deben adscribirse a un colegio profesional antes del próximo 31 de octubre. De lo contrario, si en algún momento de su trayectoria deciden ejercer la abogacía habrán de realizar un máster.
El Colegio de Abogados de Lucena vive en plena ebullición. El crecimiento en número de miembros en un año ha sido formidable y todavía se prevé que hasta el final del presente mes los colegiados aumenten considerablemente. El principal motivo de esta inusitada progresión es la Ley 34/2006, de 30 de octubre, denominada Ley de Acceso a la Abogacía. Los licenciados en Derecho deben adscribirse a un colegio profesional antes del próximo 31 de octubre. De lo contrario, si en algún momento de su trayectoria deciden ejercer la abogacía habrán de realizar un máster.
En octubre del año 2010, el censo de colegiados de la institución lucentina estaba en 626 inscritos. A fecha de 9 de octubre del 2013 la cantidad en estos momentos es velozmente cambiante-, 5.080 personas pertenecían al Colegio de Abogados de Lucena. De ellas, 112 eran ejercientes residentes; 171, ejercientes no residentes; y 4.797, no ejercientes.
Este último guarismo es el más llamativo. La explicación reside en que la Ley 34/2006 obliga a la colegiación, pero permite efectuar este proceso en cualquiera de sus variantes.
La longeva institución lucentina fue fundada en 1870- aglutinaba en junio de este año a 2873 licenciados en Derecho. Por lo tanto, el incremento en seis meses ha sido de casi el doble de colegiados.
Según el último censo publicado de colegiados del Consejo Andaluz de Colegios de Abogados, actualizado en el mes de junio, el Colegio de Abogados de Lucena era el cuarto en cuanto a componentes. Únicamente era superado por los colegios de Sevilla, 7151; Málaga, 5.517; y Granada, 3.389. Por lo tanto, la corporación lucentina sobrepasaba a capitales de provincia como Cádiz, Almería, Jaén, Córdoba o Huelva, además de a Antequera y Jerez de la Frontera.
Sin embargo, y de acuerdo a la evolución hasta la actualidad, todo apunta a que ahora el Colegio de Abogados de Lucena, con 5.080 miembros, ya aventaja al de Granada puesto que la subida del resto de colegios profesionales de la abogacía del resto de Andalucía ha sido mínima.
Además, el Colegio de Abogados de Lucena es el que más colegiados no ejercientes aúna. La cifra asciende a 4.797, muy lejos de Sevilla, que agrupa, en este mismo capítulo, a 1.500 aproximadamente.
La decisión de la entidad colegial lucentina, que encabeza como decano Juan González Palma, de mantener unas tasas por colegiación moderadas en relación a otros colegios ha sido el principal motivo por el que tantos profesionales del Derecho hayan optado por Lucena. A ello se añade el fluido contacto que desde el Colegio de Abogados de Lucena se mantiene con sus afiliados o la alta consideración de las actividades de carácter formativo, cultural y social que habitualmente promueve.
En los últimos días, el Colegio de Abogados de Lucena, cuya sede está emplazada en el número 40 de la calle San Pedro de Lucena, está experimentando una avalancha de llamadas y comunicaciones ante la cercanía del 31 de octubre. Por ejemplo, resaltan las abundantes colegiaciones efectuadas por residentes en comunidades como Galicia, Cataluña o Canarias. Los nuevos registros los solicitan profesionales de todos los ámbitos relacionados con el Derecho: jueces, magistrados, secretarios judiciales, trabajadores de la Administración de Justicia, agentes judiciales, procuradores, funcionariado, personal de la Agencia Tributaria, de distintas administraciones, de la empresa privada, opositores, etcétera. De este modo, la vida del Colegio de Abogados, felizmente desvinculada de pasadas amenazas, permanece sólida y en constante progresión.
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