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MANUEL GONZÁLEZ
La calidad de sus informes. La metodología aplicada a las excavaciones. La solución de los problemas. Estos son algunos de los motivos por los que la Asociación Arte, Arqueología e Historia de Córdoba le ha concedido al arqueólogo lucentino, Daniel Botella, el Premio Juan Bernier 2013, en el apartado de Arqueología.
La calidad de sus informes. La metodología aplicada a las excavaciones. La solución de los problemas. Estos son algunos de los motivos por los que la Asociación Arte, Arqueología e Historia de Córdoba le ha concedido al arqueólogo lucentino, Daniel Botella, el Premio Juan Bernier 2013, en el apartado de Arqueología.
La Asociación Arte, Arqueología e Historia es una corporación, presidida por Francisco Olmedo Muñoz, que se dedica a la promoción y a la difusión del patrimonio. Una de las iniciativas de este colectivo es la convocatoria de los Premios Juan Bernier, que se otorgan anualmente, desde el año 1994, para reconocer la labor de personas e instituciones que han destacado por su buen hacer en los campos del arte, la arqueología y la historia de Córdoba. Por otro lado, esta sociedad también edita una revista de nombre homónimo, en la que Daniel Botella ha colaborado con algunos artículos.
En esta ocasión, los distinguidos han sido Daniel Botella, en la categoría de Arqueología; la Orquesta de Plectro de Córdoba, en Arte; y el profesor Enrique Soria Mesa; en el ámbito de la Historia.
Daniel Botella Ortega es licenciado por la Universidad de Sevilla en Geografía e Historia y se especializó en Prehistoria y Arqueología. Su relación con el patrimonio y la arqueología se inicia cuando aún era un estudiante de la Educación General Básica. En aquellos años, la lectura del libro 'Dioses, Tumbas y Sabios' le hizo introducirse en un mundo que ya no abandonó.
Especialmente, una visita al yacimiento lucentino de Morana, cuando cursaba Séptimo de EGB, supuso el descubrimiento completo y potente de una vocación. El profesor que lo acompañó en aquella excursión fue Francisco López Salamanca, ahora cronista oficial de la ciudad.
Desde aquella fecha, participó en excavaciones de verano en toda la provincia, posteriormente se inscribió como voluntario en Sevilla durante su etapa universitaria y, al concluir la misma, viajó a Jordania, Siria, Israel y Egipto, enviado por el departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla.
A su regreso trabajó 15 años, de forma continuada, como profesional autónomo en Córdoba y su primer proyecto fue la dirección de una excavación en la Plaza de Colón, número 8. Entre 1991 y 2002 realizó tareas para empresas privadas que, luego, le remitían informes a la Junta de Andalucía. Así, Daniel Botella lideró investigaciones en los arrabales islámicos, en la necrópolis romana de Córdoba y en más de 50 excavaciones solares de la capital. Igualmente, consumó proyectos de musealización y asesoró a museos e instituciones culturales.
Ahora ejerce como arqueólogo municipal de la Delegación de Patrimonio Histórico de Lucena y desde el año 2001 es el director del Museo Arqueológico y Etnológico de la ciudad.
En el año 1995 regresó a Lucena y participó en la primera campaña de excavación de urgencia de la Cueva del Ángel. Cinco años más tarde, redactó el proyecto de montaje del museo y fue requerido para la gestión del patrimonio. Hasta el año 2007 rubricó contratos temporales y, en ese año, obtuvo la plaza de funcionario de carrera en el Consistorio lucentino.
En cuanto a la concesión del galardón, Daniel Botella declaró a LucenaHoy, su 'sorpresa' y la duda originaria al no saber si la elección era por su trayectoria profesional -como finalmente supo- o por su pertenencia al Ayuntamiento de Lucena. En cualquier caso, quiso recordar a los equipos que han efectuado cometidos junto a él, a los restauradores, antropólogos, biólogos, arquitectos, delineantes y peones que han contribuido al éxito en actividades materializadas, por ejemplo, en la Cueva del Ángel o en la necrópolis judía.
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