En los últimos días han concluido los últimos trabajos de restauración en la Parroquia de Santiago Apóstol, de Lucena, iniciados a mediados de 2018 con una primera actuación de mejora de la accesibilidad al templo a través de la portada lateral.
Las actuaciones han sido presentadas hoy en rueda de prensa por el párroco, Francisco de Asís Roldán, el arquitecto redactor del proyecto, Rafael Pineda y el constructor encargado de las obras, Rafael Oliva.
Roldán ha explicado que los trabajos realizados en este monumento religioso, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) han sido sufragados en su integridad por el Obispado de Córdoba, y han contado con una aportación de unos 144.000 euros, de los que 45.000 han sido destinados a la intervención en la portada principal, 85.000 en la torre-espadaña y el resto en la fachada lateral y los trabajos de mejora de la accesibilidad, completándose en las últimas semanas con la dotación de la nueva iluminación exterior, acometida por el Ayuntamiento de Lucena desde su delegación de Turismo.
Por su parte, Rafael Pineda se ha referido a los trabajos realizados en los distintos ámbitos de esta actuación integral, que se inició con la mejora del acceso a la iglesia desde la portada de la calle Santiago, en la que se eliminaron dos escalones y se dotó una rampa que garantiza una fácil entrada para personas con movilidad reducida.
Posteriormente se trabajó en la consolidación de la torre-espadaña, abordada con urgencia debido a los primeros desprendimientos de partes de la estructura sobre la vía pública a finales del año 2018.
Por último, durante el último año se ha venido trabajando en la portada principal. Rafael Pineda del Espino ha explicado que la actuación se inició con el apuntalamiento de la fachada, tanto interior como exteriormente y el desmontaje de la portada, pieza a pieza para corregir el arqueado que presentaba la portada, y corregir distintas patologías de la piedra, afectada por la erosión, las sales, la humedad y actuaciones poco adecuadas a lo largo del tiempo como el relleno de los desperfectos con mortero de cemento. Además, tras el nuevo montaje de los elementos que conforman la portada se ha procedido a la reconstrucción volumétrica de los desprendimientos y la limpieza de los mismos, que ha permitido recuperar numerosos detalles de los elementos escultóricos de la misma, como las conchas de peregrino o la decoración de los pináculos, así como de la propia imagen de Santiago Apóstol.
También se ha procedido a la limpieza de la totalidad de los muros, en los que se han eliminado los restos de mortero de cemento y rellenado con resinas y otros materiales más adecuados.
El párroco de Santiago, Francisco de Asís Roldán, ha señalado hoy que con esta actuación se completa la restauración que ha sufrido el templo en los últimos años, y que también afectó inicialmente a la zona de sacristía y salones parroquiales.