Los vecinos del edificio de la calle Trasmatadero, que sufrió un incendio el pasado domingo y que ya llevaban cuatro noches sin luz, han recuperado a las diez y veinte de la noche el suministro eléctrico, tras el ofrecimiento de un grupo electrógeno realizado por el Ayuntamiento de Lucena, que se hará cargo del coste de instalación y funcionamiento del mismo durante los próximos días, según ha indicado a LucenaHoy Teresa Pérez, administradora de la comunidad.
Para disgusto de los vecinos, que esperaban que fuese la propia Endesa la que esta mañana instalase el generador, la eléctrica ha desestimado finalmente esta opción, por lo que ha sido el consistorio lucentino el encargado de asumir la puesta en marcha del mismo. En torno a las 20:00 horas llegaba a Lucena el generador a bordo de un camión, aunque no ha sido posible la descarga del mismo hasta pasadas las 21:00 horas, ante la necesidad de retirar varios vehículos estacionados en la vía pública, debido a sus grandes dimensiones del dispositivo.
Se trata de una medida provisional hasta que la aseguradora de orden de iniciar una reparación para la que ya están preparados los distintos profesionales que deben participar en la misma. No obstante, la decisión municipal es un alivio para las más de veinte familias que viven actualmente en este edificio y que habían buscado mayoritariamente acomodo con familiares o amigos ante las dificultades para permanecer en un inmueble sin luz, sin calefacción, agua caliente o cocina, con ausencia de iluminación desde primera hora de la tarde y con el temor a que sus viviendas vacías pudiesen ser objeto de robos.
La situación también ha dado paso a una corriente de solidaridad entre los propios vecinos, que se han prestado estufas de gas, infiernillos o incluso se han ofrecido a calentar la comida a otros que carecen de cocina o calefacción de gas butano, tarea a la que también se ha prestado el Centro de Día de Mayores. No obstante la situación era complicada para algunas de las familias, sobre todo aquellas que tienen hijos pequeños y que no habían podido encontrar otro acomodo provisional.
Los vecinos ponen así fin, por el momento, a un episodio que ha alterado la normalidad de sus vidas, a tan solo un mes de la fiesta que supondrá para ellos la liquidación de sus hipotecas, coincidiendo con los veinte años de vida de este edificio de viviendas de protección oficial. Esta noche todos los vecinos celebran la vuelta a sus hogares.