El pleno del ayuntamiento de Lucena dio ayer su aprobación a la solicitud del Consejo de Administración de la Entidad Pública Empresarial Local "Aparcamientos Municipales de Lucena" para que el consistorio se haga cargo de la financiación de la redacción de proyecto, dirección de obras y coordinación de seguridad y salud del nuevo aparcamiento público que se construirá en el subsuelo de las antiguas Bodegas Víbora, en la avenida del Parque.
El Ayuntamiento asume de esta forma el compromiso de pago de los 399.554 en los que se estima el coste del proyecto –cantidad que presumiblemente se verá reducida durante el proceso de licitación pública del contrato–. No obstante la previsión es que dicha cantidad se ejecute en tres años, correspondiendo a 2021 solo los 50.294 euros en los que se presupuesta la realización del levantamiento topográfico y estudio geotécnico, el anteproyecto y el estudio económico.
Para 2022 se reservan 127.923 euros para completar la redacción del proyecto básico y el de ejecución y entre 2023 y 2024 otros 221.335 euros correspondientes a la dirección de obra y coordinación del plan de Seguridad y Salud.
Este plan plurianual de gasto revela también las intenciones municipales respecto a la ejecución de este proyecto, que, en base a este planteamiento, no se iniciaría hasta el año 2023.
UN PASO MÁS HACIA EL NUEVO APARCAMIENTO
El ayuntamiento da de este modo un paso más de cara a la creación de esta nueva bolsa de aparcamiento cercana al centro comercial e histórico de la ciudad, que, sin duda, modificará la movilidad en este entorno.
La EPEL ya obtuvo a finales de octubre de 2020 la cesión de uso y explotación del subsuelo del inmueble, que permitirá a Aparcamientos de Lucena –que ya gestiona el aparcamiento de la Plaza Nueva y la zona azul– edificar esta infraestructura, cuyo presupuesto se estima en unos 3,3 millones de euros, y hacerse cargo de la futura explotación del mismo.
El informe previo que determina la viabilidad técnica del citado estacionamiento subterráneo, prevé la construcción de un aparcamiento con capacidad para 200 vehículos, distribuidos en tres plantas, sobre una superficie total construida de unos 6.000 metros cuadrados y se pone en marcha en un momento en el que comienzan a ser insuficientes las 400 plazas del ya existente bajo el edificio del Ayuntamiento y la Plaza Nueva, edificado en 2009. La decisión se apoya en cuestiones como la cercanía del emplazamiento elegido a los principales enlaces de entrada y salida de la ciudad o el fácil y rápido acceso peatonal a centros de salud, espacios turísticos y administrativos y al casco histórico.