Aunque inicialmente se expuso por parte del concejal de Obras, Accesibilidad, Infraestructuras y Servicios Operativos, César del Espino la necesidad de proceder a la contratación de estas obras con una empresa externa, este ha señalado hoy que la totalidad de la remodelación se ha ejecutado "sin coste económico alguno para el ayuntamiento" dado que "han sido los propios trabajadores del PFEA, en la última quincena en la que contábamos con la financiación del SEPE, quienes han cubierto la totalidad de los trabajos con material de obra que nos llega de este mismo programa".
Del Espino ha querido felicitar "la absoluta implicación" de todo el personal que ha trabajo en estas dos primeras semanas de agosto "a un ritmo muy intenso" para conseguir que la obra se realizara "en tiempo", dando así respuesta al descontento vecinal con el tramo más estrecho de la calle.
Esta reforma sobre un tramo de unos 20 metros de la calle Álamos, a partir del cruce con la calle Ceperos en dirección calle Peñuelas, ha consistido en la eliminación de las cuatro plazas de aparcamiento recogidas en el diseño original de la reurbanización, para poder así ampliar el espacio señalizado como acera en el margen opuesto, que pasa ahora a tener un ancho mínimo de 107 centímetros en el punto más angosto de la vía.
La Concejalía de Obras y Accesibilidad ya informaba hace unas semanas que la normativa urbanística en calles de plataforma única, solución elegida para la calle Álamos en idénticas condiciones a las existentes en otras zonas del callejero de Lucena, permite el diseño original de las obras. Pese a no reconocer en ningún momento la existencia de "errores" en la definición del proyecto inicial, el concejal de Obras, César del Espino, indicó ahce unas semanas que "la sensación subjetiva de inseguridad vial" de algunos vecinos ha motivado la reforma en ese tramo concreto de la calle.
Concluye así la reforma integral de la calle Álamos, que al perder la doble altura de calzada y aceras queda como calle de preferencia peatonal sobre los vehículos, que ven limitada su velocidad de circulación a 20 km/h. Siguiendo la norma adoptada ensu día en Lucena, los márgenes de la calle presentan un acabado en color rojo, simulando la zona de acera, pese a que la normativa no obliga a ello por ser una calle de plataforma única, plenamente accesible, señalan fuentes municipales.